I. Morales Bilbao
CONTABILIZADOS los retornos, readmisiones, expulsiones y devoluciones, el total de inmigrantes ilegales repatriados a sus países de origen suman 52.757 en lo que va de año; lo que supone en torno a un 10% de los más de 500.000 que entran por las fronteras del Estado. Así lo reflejó ayer el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su comparecencia en Comisión extraordinaria en el Congreso de los Diputados, donde reconoció que el Estado «ya no puede enfrentarse en solitario al control de la frontera sur de Europa». Rubalcaba explicó que actualmente los efectivos policiales que realizan labores de control y vigilancia de las fronteras se sitúan en 2.239, mientras que en 2004 había poco más de mil cuatrocientos efectivos.

Con respecto a los acuerdos de patrullaje conjunto entre el Estado y los países de origen de los inmigrantes, el titular de Interior señaló que en junio, julio y agosto se interceptaron cuatro mil inmigrantes que pretendían salir desde Marruecos hasta las costas del Estado. Según el portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, «cien mil inmigrantes en África tienen expectativas de llegar a España, y quince mil cayucos en Senegal dispuestos a ser utilizados, a un precio de 5.500 euros por embarcación». Rivero también se refirió a la inmigración ilegal que llega por aeropuertos y señaló que al archipiélago «han entrado 21.000 personas con permiso turístico y se han quedado», desde 2001.