La cuidadora del niño sevillano hallado muerto ingresa en prisión

Las Provincias, 01-09-2006

El juez decretó ayer prisión preventiva para Irene C., la joven boliviana de 20 años detenida el pasado lunes por su presunta implicación en la muerte de un menor que cuidaba en Sevilla. El pequeño Jaime, con parálisis cerebral profunda, permaneció completamente solo en su casa día y medio, después de que su cuidadora lo dejara dormido para irse a una discoteca y se quedara sin llaves de la vivienda. El juez decretó la prisión provisional para la joven Irene C., de 20 años y sin permiso de estancia en España, acusada de abandono de un menor e imprudencia temeraria con resultado de muerte. Otro joven, con el que la niñera estuvo la noche del sábado, ha quedado en libertad con cargos.


El suceso se produjo el pasado fin de semana, cuando los padres del menor tuvieron que viajar a Ceuta a un compromiso familiar y dejaron a su hijo al cuidado de la niñera que habitualmente se encargaba de él. Sin embargo, cuando llegaron a su casa en Sevilla encontraron al pequeño inconsciente y los médicos que le atendieron en urgencias sólo pudieron certificar su muerte.


Según el abogado de oficio que asistió a la joven, la niñera relató que tras dejar al pequeño dormido la noche del sábado, decidió ir con una amiga a una discoteca de la ciudad para bailar un rato.


Allí conoció a un joven con el que inició una relación amorosa y que se comprometió a llevarla a casa. En un momento dado, ella se ausentó al baño, y bajo los efectos del alcohol, como prueba de que pensaba volver le dejó las llaves de la vivienda de la familia a la que cuidaba, mientras que él le entregaba su tarjeta de la Seguridad Social. Cuando salió del baño, la mujer descubrió que su “amigo” estaba bailando con otra persona, y decidió esperar antes de acercarse. Sin embargo, en un instante de despiste, perdió de vista al joven. El abogado explicó que, en ese momento, la niñera se marchó con su amiga y trataron de localizar al muchacho, de nacionalidad ecuatoriana y 19 años, por varios barrios de la ciudad cercanos a la discoteca, aunque sin éxito. La chica pasó la jornada del domingo y la mañana del lunes entre la casa de su amiga y la de un primo, dado que no tenía otras llaves para acceder a la vivienda en la que trabajaba.

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