Los tripulantes del ‘Francisco y Catalina’ llegaron ayer al puerto de Santa Pola donde les esperaban familiares, amigos y diversas autoridades. Los marineros volvían a casa tras pasar dos meses en alta mar y compartir ocho días con 51 inmigrantes que rescataron de un cayuco a la deriva cerca de Malta. El pesquero Francisco y Catalina regresó ayer a Santa Pola por la puerta grande. Después de pasar más de dos meses en alta mar y estar retenidos en aguas de Malta durante más de ocho días con 51 inmigrantes a bordo que habían sido rescatados de un cayuco que viajaba a la deriva, los marineros volvían a casa para reencontrarse con sus familiares, que esta vez no esperaban solos en el pequeño puerto pesquero.

Allí les aguardaba una legión de parientes, amigos, autoridades y periodistas. El alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, y el conseller de Agricultura y Pesca, Juan Cotino, que presidieron el recibimiento al Francisco y Catalina, fueron –con permiso de las esposas, novias e hijos– los primeros en saludar a los tripulantes. También fue a recibirles el patrón mayor de la Cofradía de Santa Pola, José Ramón García.

El barco atracó pasadas las nueve de la mañana en el puerto de la localidad. Sus 10 tripulantes pisaron tierra alicantina después de estar 65 días en alta mar faenando de forma continua, salvo el periodo en el que el Gobierno de Malta los retuvo a 26 millas del puerto de La Valeta durante una semana. Después estuvieron sin faenar algunos días más, pero en este caso por un problema en el motor de la embarcación.

Ayudas para la tripulación

Tras su llegada, Cotino anunció que la Generalitat Valenciana aprobará hoy, en la reunión del pleno del Consell, una ayuda de 50.000 euros para la tripulación del pesquero, “una cantidad de dinero similar a la que hubieran percibido en caso que no hubiese ocurrido nada”.

Ese dinero servirá para paliar en parte las pérdidas sufridas, dado que por cada día que no se faenó mientras permanecieron en Malta las pérdidas superaron los 6.000 euros diarios.

A este respecto, Cotino destacó la acción humanitaria realizada por la tripulación y mostró su agradecimiento a toda la tripulación del Francisco y Catalina, así como “a sus familias que desde tierra los han apoyado”.

El Consejo de Ministros que se celebró inmediatamente después de la resolución del incidente aprobó también ayudas para la tripulación.

Por su parte, el patrón de la embarcación, José Durá, aseguró que “volvería a hacer” lo que hizo en aguas de Malta cuando avistó el cayuco con los inmigrantes. En este sentido, afirmó que “después de ver unas personas en una embarcación como ésa, con mujeres y niños incluidos, es impensable que no se los rescate, aun siendo consciente que puedes tener problemas como los que sufrimos porque no pudimos comunicarnos con tierra”.

“Somos humanos y lo volveríamos a hacer porque es una decisión en la que no influye ni el dinero ni cualquier otra cosa material”, según Durá.