El 'Aita Mari' rescata a 125 personas a la deriva en el Mediterráneo central
Son 106 adultos, de los cuales 96 son hombres y 10 mujeres, dos de ellas embarazadas. También había 19 menores. Procedían de países como Eritrea, Etiopía, Pakistán, Sudan o Egipto, entre otros y se encontraban a bordo de dos embarcaciones
Diario Vasco, , 14-04-2025El ‘Aita Mari’ no descansa en su misión en el Mediterráneo central. Esta madrugada la alerta de ‘Alarm Phone’ ha vuelto a movilizar al buque humanitario ante la crítica situación de una embarcación de goma con el fondo roto. 84 personas, que se encontraban a bordo en grave peligro al estar entrado agua han sido rescatadas, según cuenta al otro lado del teléfono el presidente de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario Iñigo Mijangos. No obstante, mientras estaban repartiendo chalecos se acercó otra embarcación con 41 migrantes abordo a las que también se les prestó ayuda. En total, 125 personas se subieron a la cubierta del barco guipuzcoano y está previsto que desembarquen en el puerto de Catania este lunes por la tarde.
«Vivímos momentos estresantes porque sabíamos que había gente que necesitaba nuestra ayuda pero no les encontrábamos. Pasaron dos horas y media hasta que al fin, sobre las cuatro y media de la mañana, conseguimos localizar la embarcación de goma, que se encontraba a mitad de camino entre Libia y Lampedusa», relata. Un avión de la agencia europea de fronteras (FRONTEX) sobrevolaba también la posición. Mientras los migrantes pasaban de su embarcación al barco guipuzcoano y los voluntarios comprobaban su estado de salud, una segunda patera de madera con 45 personas a bordo apareció en la zona. La tripulación del ‘Aita Mari’ hizo lo propio y mientras transferían a las personas de este segundo cuatro de ellos accionaron los motores y abandonaron el lugar.
En total, sumando las dos embarcaciones que han sido asistidas, se han rescatado a 125 personas: 106 adultos, de las cuales 96 son hombres y 10 mujeres, dos de ellas embarazadas. También había 19 menores de edad, 16 de ellos no acompañados. Entre los menores, dos tenían menos de doce años. «Los rescatados se encuentran en buen estado de salud, pero tenían la ropa mojada, frío y estrés», detalla Mijangos. La mayoría de los migrantes procedían de Eritrea, Etiopía, Pakistán, Sudan, Egipto, Togo, Nigeria, Guinea Konakry, Camerún, Beni, Ghana y Niger.
Ampliar
Una vez a salvo, el ‘Aita Mari’ ha puesto rumbo al puerto de Catania que es el que se le ha asignado por parte de las autoridades italianas para el desembarco que está previsto que se efectúe este lunes a primera hora de la tarde. La travesía no será cómoda por el mal estado de la mar. La previsión metereológica prevé rachas de viento de 30 nudos y olas de 1,5 a 2 metros. «Hemos solicitado un puerto seguro más cercano, pero nos lo han denegado así que hemos puesto a los migrantes en un lugar reguardado y ahora toca aguantar el temporal hasta llegar mañana a Catania», ha añadido Simón Vidal, capitán.
Es el segundo rescate que llevan a cabo en apenas una semana. El pasado miércoles desembarcaron en Salerno a las 108 personas
Denuncia a la guardia costera libia
Además, la oenegé ha denunciado que en la mañana del sábado, mientras buscaban sin éxito otra embarcación de goma, una patrullera de la Guardia Costera Libia, identificada con el número 648, se aproximó a gran velocidad y algunos agentes apuntaron con un arma automática hacia su posición al tiempo que gritaban «Go Home!». Pocos minutos después, la tripulación guipuzcoana presenció la intercepción de un bote de goma.
La presencia de la guardia costera libia en la zona «se ha intensificado». En este sentido hace hincapié en que «con gran probabilidad, las personas a bordo serán recluidas en centros de detención libios sin garantías de protección de sus derechos e integridad física, tal como denuncian sistemáticamente quienes han sobrevivido a dichos centros. Los testimonios de migrantes que han logrado sobrevivir a la interceptación por las guardias costeras libia y tunecina describen un ciclo de violencia y explotación en los centros de detención. Relatan meses de condiciones inhumanas, casos de venta como mano de obra esclava y la práctica sistemática de torturas, violaciones y malos tratos como método de extorsión económica a sus familias».
Esta misión número 15 del ‘Aita Mari’ podría ser la última antes de la entrada en vigor del nuevo Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, una legislación que «amenaza con criminalizar y castigar la labor de las organizaciones humanitarias que salvan vidas en el Mediterráneo», ha asegurado la ONG.
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