Los héroes de Malta vuelven a Santa Pola

ABC, 01-09-2006

TEXTO: DAVID MARTÍNEZ

DAVID MARTÍNEZ

SANTA POLA (ALICANTE). Eran las nueve de la mañana, y el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de la localidad alicantina de Santa Pola, José Ramón García, advirtió de su llegada con un escueto «ésos son». El pesquero «Francisco y Catalina» era sólo un punto en el horizonte, pero la euforia por su regreso ya se había desatado en el puerto, donde esperaban amigos, familiares y compañeros.

El pequeño pueblo de pescadores se volcó con el regreso de diez hombres que salieron una mañana a buscar gambas y se encontraron con un cayuco a la deriva, a bordo del cual viajaban 51 inmigrantes. «Semejantes», como recuerdan los pescadores. En ese momento, el patrón del «Francisco y Catalina», Pepe Durá, reunió a la tripulación y todos decidieron unánimemente actuar de la única forma que podían hacerlo: subir a bordo de la minúscula embarcación a los náufragos.

Durá repitió una y otra vez a su llegada a puerto que su acción no merecía tanto reconocimiento, ni la insignia de oro de la villa que les impuso el alcalde de la localidad, ya que socorrer a quien se encuentra en apuros era la reacción «natural». Especialmente, si se sigue el «código de honor del mar», como destacó el patrón mayor de Santa Pola.

De poco importó que la tripulación no creyera merecer homenaje alguno. La localidad de pescadores los ha encumbrado como héroes, y se siente orgullosa de sus «caballeros del mar», como ha quedado reflejado en una placa conmemorativa que presidirá desde ahora la sede de la Cofradía.

Si el rescate del pesquero alicantino puso de manifiesto la grandeza del espíritu humano en situaciones desesperadas, también evidenció las contradicciones de la política de inmigración europea. La embarcación pasó varios días frente a la costa de Malta, que no permitió el desembarco de los inmigrantes. «Lo que hizo el Gobierno de Malta está feo y no lo entendemos», dijo Durá. Por su parte, García criticó que no se hubiera ayudado desde el primer momento a los pescadores, y espera que en el futuro no se haga pasar la misma penuria a quien decida, a riesgo de poner en peligro su propio sustento, salvar una vida humana.

Ayuda económica

Tan grande como la satisfacción de salvar cincuenta y una vidas es la preocupación por la pérdida de la temporada. El «Francisco y Catalina» logró capturar en la última semana, tras sufrir una avería, 1.500 kilogramos de gambas, pero esta cantidad no salva el desastre.

El Gobierno valenciano, representado en la recepción por el consejero de Agricultura y Pesca, Juan Cotino, aprobará en su reunión de hoy una ayuda de 50.000 euros, para compensar las pérdidas derivadas de una acción humanitaria.
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