«Si se regulariza inmigrantes sin controlar el trabajo ilegal hay un efecto llamada»

ABC, 01-09-2006

FRANCO FRATTINI

Vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Justicia, Libertad y Seguridad

BRUSELAS. A pesar de que se acaba casi de incorporar a su despacho tras la pausa vacacional, Frattini parece tener energías renovadas y está dispuesto a dar la batalla ante los países europeos, que son quienes toman de verdad las decisiones en Bruselas, con el fin de que pongan más medios para luchar contra las avalanchas de inmigrantes ilegales que intentan alcanzar Europa. En esta entrevista concedida a ABC asegura, entre otras cosas, que «no sólo hay que ser solidarios con Líbano; la inmigración también afecta a la seguridad de nuestro continente».

- ¿Por qué ha fracasado la misión de la Agencia Europea de Fronteras, Frontex, en el control de la inmigración ilegal que llega a Canarias?

- Por falta de experiencia ya que ha tenido que poner en marcha la misión de Canarias en sólo unos meses y no ha tenido ni suficiente personal, ni medios ni fondos. Lo importante es que ahora hemos aprendido lo que se necesita para llevar a cabo el trabajo y la manera de coordinarlo sobre el terreno. Por ejemplo, ahora ya tenemos experiencia en coordinar barcos militares y civiles, cosa que no se había hecho nunca hasta ahora en Europa, así como personal procedente de distintos países. La Comisión Europea hará un informe a finales de septiembre sobre el resultado de esta misión, sobre la capacidad operacional y la manera de mejorar la coordinación entre todos los componentes de la misión, antes de que ésta sea formalmente prolongada en los próximos meses, si los ministros de Interior de todos los países apoyan mi propuesta de que la actual misión de dos meses y medio se prorrogue hasta un total de cinco.

- La respuesta de algunos países no parece que haya sido muy rápida…

- Desde luego, no estoy particularmente satisfecho de la cooperación de los países europeos en esta misión, ya que sólo 12 de los 25 han mandado expertos pero medios técnicos como helicópteros, barcos y aviones sólo han enviado cuatro países. La pregunta es por qué grandes países europeos no han participado en esta misión. Haré una nueva petición pública al Consejo de la UE para aumentar de una manera concreta la solidaridad y la cooperación. Necesitamos más barcos, más aviones para patrullar y, por supuesto, más personal. Muchos países europeos están mandando ayuda para que la UE juegue un papel importante en la escena internacional, en el Líbano, pero en este caso estamos hablando de la seguridad de nuestro continente. Estoy haciendo un llamamiento para que los países muestren, si no la misma solidaridad que con Líbano, sí por lo menos algo más que en las últimas semanas cuando les pedí efectivos para Frontex.

- Se habla de la posibilidad de que pudiera haber solidaridad entre los países a la hora de dar cobijo a los inmigrantes ilegales…

- Estoy totalmente de acuerdo con esa idea. En relación con este asunto, recuerdo el caso ocurrido este verano de un barco español que rescató a unos inmigrantes ilegales del mar frente a las costas de Malta y después hubo problemas para ver qué país se hacía cargo de ellos, que eran de Eritrea. Yo estuve trabajando en el caso y al final se distribuyeron entre Eritrea, España, Andorra ya que tiene una pequeña comunidad de ese país africano, Italia y Malta. Es un buen ejemplo, aunque sea pequeño, de cómo se puede gestionar este problema a nivel europeo en base a la solidaridad, que no es solamente mandar un helicóptero, entre otras cosas porque no es suficiente.

- En el caso de España, ¿en qué medida el proceso de regularización de inmigrantes ilegales que hizo el Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2005 puede haber contribuido a aumentar el drama de la emigración?

- Sin duda, anunciar regularizaciones sin luchar contra el trabajo ilegal es un claro factor para atraer inmigración, el efecto llamada. En el caso de mi país, por ejemplo, ahora es la temporada de recogida de tomate y mucha gente trabaja allí ilegalmente recibiendo menos salario que el que le correspondería. cosa que sabe todo el mundo y está en cierto modo tolerado. Por tanto lo que tiene que hacer el Gobierno italiano es luchar contra el trabajo negro y, en primer lugar, contra los empresarios que lo promueven, que deberían ser castigados. No podemos gestionar la inmigración si no tenemos unas normas claras. Lo que está claro es que si un Estado miembro abre un proceso de regularización de inmigrantes sin controlar el trabajo negro se anima a los ilegales a entrar en ese país y, después, moverse a otro. Otro de los mecanismos de la solidaridad europea pasa por que antes de adoptar una medida de este tipo se tiene que consultar con la Presidencia de la UE y con la Comisión Europea, quienes decidirán tras una discusión con los otros países miembros el posible impacto de la medida.

- Uno de los problemas que tiene la UE para diseñar una política común de inmigración es la falta de competencias en esta materia. ¿Hay algún avance en este terreno?

- He hecho alguna propuesta antes del verano para empezar a armonizar una postura común europea sobre la inmigración legal. Nosotros tenemos alguna capacidad para prevenir y luchar contra la inmigración ilegal mediante el patrullaje del mar, la coordinación de la protección de las fronteras exteriores, pero no tenemos nada que decir a la hora de iniciar procedimientos de infracción contra ningún país porque no es un tema que está en el primer pilar, sino en el tercero.

- En España hay un cierto debate sobre la posibilidad de que los inmigrantes puedan votar en elecciones locales. ¿Cuál es la posición de la Comisión Europea en este campo?

- No tenemos una posición común ya que este aspecto se regula en cada una de las Constituciones de los Estados miembros y, en su mayoría, el derecho a voto está asociado a tener la ciudadanía. Por otra parte, si se quiere participar en la vida política y social de una comunidad se debería estar bien integrado en la sociedad: se debería haber aceptado la ley, los principios, las tradiciones, la lengua, etc… porque de otro modo sería un riesgo enorme de aislamiento para estas personas.

- No parece gustarle mucho la idea…

- Estoy a favor de la integración pero creo que la situación actual no es satisfactoria porque en su mayoría los inmigrantes están explotados, no tienen derecho a servicios sociales, etc…, es decir, no son verdaderos ciudadanos pero tampoco son ilegales. Es algo así como una situación intermedia bastante frustrante. Es lo que ha pasado con el modelo de integración del Reino Unido o de Francia, ya que si se quiere integrar a una familia de inmigrantes, en primer lugar se tiene que enseñar la lengua, darle una casa y un trabajo legal, derecho a la educación.

TEXTO: MARIBEL NÚÑEZ. CORRESPONSAL
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