El alcalde de Ribera Alta se compromete ante 200 vecinos a frenar el centro de menores
Asegura que el proyecto foral «oculta» problemas Intenta sin éxito evitar la manifestación del domingo
El Correo, 01-09-2006El alcalde de Ribera Alta se comprometió ayer ante más de 200 vecinos a tratar de frenar «por todos los medios» el plan de la Diputación de trasladar a Castillo – Sopeña – una aldea del municipio – el polémico centro foral de acogida a menores inmigrantes. Anoche, el regidor peneuvista Jesús Berganza González irrumpió por sorpresa en una asamblea vecinal que preparaba la manifestación de rechazo al proyecto prevista para el domingo, como avanzó ayer EL CORREO. Aseguró «estar con el pueblo y frente a la iniciativa de la Diputación», pero no tuvo éxito al intentar evitar las movilizaciones.
Los dos centenares de residentes y veraneantes congregados ayer en Pobes – capital de este municipio de 26 pueblos, 247 casas y unos 550 vecinos empadronados – decidieron seguir adelante con las protestas. La localidad era un hervidero donde de forma insiste se repetía el fallido intento del Ejecutivo foral de llevar este hogar para menores desprotegidos a Nanclares de la Oca. Al final, la Diputación desistió ante el rechazo frontal del Ayuntamiento y de todo el pueblo. En la actualidad, doce chavales extranjeros conviven desde hace dos años en la sede de la Cruz Roja de Vitoria, con serios problemas de espacio.
La Administración foral mantiene que ha trabajado «codo con codo» con el alcalde de Ribera Alta y que ha firmado un acuerdo con él para buscar una ubicación «provisional» para estos doce menores en un chalé del municipio. Pero el regidor negó ayer esta versión y aseguró al pueblo que el proyecto presentado por el Gabinete Rabanera «oculta varios problemas que suelen dar este tipo de hogares. Detrás hay cosas que no se han dicho», lanzó.
Berganza se comprometió a convocar un pleno extraordinario y con carácter urgente la próxima semana para sacar adelante una declaración del Ayuntamiento en contra del traslado del centro foral al municipio. La aprobación de esta iniciativa está garantizada al gobernar el PNV en mayoría, con 4 concejales. La oposición la forman el PP, con dos ediles, y un independiente.
Horas antes de la agitada reunión, un grupo de vecinos recogía firmas – han logrado ya 200 – y preparaba la manifestación para el próximo domingo con un texto que reza así: «La Diputación foral de Álava ha aprobado la instalación de un centro de menores en el pueblo de Castillo – Sopeña. Se trata del mismo proyecto que Nanclares de la Oca rechazó por los numerosos problemas de inseguridad que había generado previamente en Vitoria. Ante la amenaza que se nos viene encima, solicitamos tu colaboración y te animamos a manifestar tu rechazo el domingo a las doce ante el Ayuntamiento».
«Tenemos miedo»
La hora y el día elegido tiene que ver con la cantidad de personas que acudirán este domingo a la feria ganadera de Angosto. Los manifestantes están dispuestos a cortar el tráfico para hacer más evidente su protesta.
«No somos racistas, pero la gente tiene miedo. Estos chicos son conflictivos. Sabemos lo que ha pasado en Orduña, en Zumárraga y en la Cruz Roja de Vitoria. Nos han llegado noticias de actuaciones de la Ertzaintza. No es lo que nos quieren vender. Si fuera en régimen cerrado como Andollu estaríamos más tranquilos», aseguraban ayer distintas personas del pueblo.
Paco Gómez es un vecino de Castillo – Sopeña, situado a 3 kilómetros de Pobes y donde la Diputación tiene alquilada ya una casa desde agosto para instalar el polémico hogar. Se enteró por este diario del proyecto foral y no sale de su asombro. «El pueblo tiene cuatro casas aisladas. Es lógico que nos entre miedo. Estamos desprotegidos ante cualquier agresión.»
p.gongora@diario – elcorreo.com
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