Para un grupo de muchachos sólo hay dos opciones: ir a la cárcel o realizar trabajos de interés social, así que la elección parece fácil. Una vieja furgoneta blanca se encarga de recogerlos en los barrios más deprimidos del extrarradio de París para que, durante un mes, realicen actividades sociales en una pequeña aldea de la campiña francesa bajo la supervisión de un tutor.

El director Jean Pierre Sinapi retrara en su nueva película, ‘Jóvenes oportunidades’, los contrastes físicos, culturales y vitales que sufren los protagonistas. Así, el director, autor de la reconocida ‘Nationale 7’, continúa haciendo hincapié en el aspecto social de sus películas: «Nos asusta la pobreza, tenemos miedo de lo que no conocemos: los católicos lo tiene de los musulmanes y viceversa…». De hecho, el choque entre religiónes se convierte en uno de los hilos conductores de esta comedia, ya que los protagonistas «representan lo que es la sociedad francesa actual». Hay un francés que practica el judaísmo, otro es de origen italiano que se quiere convertir al islamismo, y dos chavales africanos; «más o menos, el porcentaje que de verdad hay en Francia», explicó ayer el autor en Bilbao.

Con este ‘gazpacho’ de creencias es normal que a lo largo de la historia se den situaciones curiosas y cómicas, que sin embargo dejan ver entre líneas una gran crítica: retrata las dificultades de los jóvenes de estos barrios, en un intento por alcanzar una identidad propia. Del mismo modo, algunos personajes del ámbito rural, en el que se desarrolla toda la película, reflejan a la Francia tradicional que ve, en este tipo de chicos, uno de los ‘puntos negros’ de la sociedad.

Entre realidad y ficción

«La historia que he vivido cuando he rodado y la historia que cuento son paralelas». De hecho, los seis protagonistas son actores no profesionales que viven en ‘zonas calientes’ de la capital francesa y que han tenido problemas a lo largo de su vida. Sinapi realizó una prueba a 750 chicos para encontrar a los elegidos. Un guión que ha escrito Azouz Begag, actual ministro de Igualdad de Oportunidades en el Gobierno francés, pero que han elaborado nuevamente para darle un nuevo estilo. Pero no todo han sido interpretaciones nóbeles en esta comedia, también participan Nadine Marcovici, Julie Dekarme y Roschdy Zem, Palma de Oro en Cannes este año.

Paralelamente a la realización de esta película, un joven director de 24 años ha hecho un documental en el que se relata el proceso inicial del rodaje (algunos chicos no habían estado nunca en el campo) y la situación de los protagonistas un año después. La película trata de trasmitir al espectador, mediante un registro cómico y también tierno (gracias a otros personajes secundarios pero importantes en el filme) un mensaje claro de esperanza. «He confirmado lo que siempre había pensado: estos jóvenes son iguales a cualquier joven de su edad», concluye Sinapi.