El PNV realizó ayer una novedosa propuesta para que la Unión Europea demuestre su solidaridad con España ante el fenómeno migratorio. Durante la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el diputado nacionalista vasco, Emilio Olabarría, reclamó al Gobierno que firme protocolos de actuación con Estrasburgo.

De esta forma, los envíos de inmigrantes desde las Islas Canarias no se realizarían sólo a Madrid o Valencia sino también a otras ciudades europeas como Bruselas o Londres. En la réplica, Rubalcaba estimó que esta medida sería altamente inviable, ya que cada país europeo tiene sus problemas migratorios.

El portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, mostró su preocupación ante la existencia de 100.000 personas en Senegal con la expectativa de emigrar a España. También informó de que en este país africano hay 15.000 cayucos que se venden a 550.000 euros, prestos a ser utilizados por las mafias.

El diputado de CiU, Carles Campuzano, consideró que la falta de consenso político en inmigración lastra la capacidad del Ejecutivo para reaccionar. A su juicio, ha habido «improvisación» porque tras las crisis de Ceuta y Melilla se intuía que la presión se desplazaría al sur.