Trump echa a los científicos estadounidenses a los brazos de Europa

El continente, no obstante, tiene que invertir más para atraer a los mejores talentos

La Vanguardia, , 02-04-2025

John von Neumann y Albert Einstein formaron parte de una oleada de grandes científicos que huyeron de la Alemania nazi, emigraron a Estados Unidos y crearon nuevos campos de investigación. El efecto sobre la innovación de los científicos estadounidenses fue enorme. Las patentes en química aumentaron un 71%, según una investigación de Fabian Waldinger, de la Universidad de Warwick en el momento del estudio, entre otros coautores. Más tarde, Estados Unidos aprovechó el enorme auge científico del período bélico para ganar carreras tecnológicas contra sus nuevos rivales comunistas. Durante décadas, la inmensa inversión estadounidense en investigación llevó a las mejores mentes científicas europeas al otro lado del Atlántico.

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Los responsables políticos europeos ven ahora la oportunidad de invertir el flujo. El gobierno de Trump está recortando la financiación y persiguiendo por motivos políticos a investigadores como los climatólogos. La Universidad de Columbia acordó hace poco modificar sus normas disciplinarias y la orientación política de la enseñanza en algunos departamentos después de que el gobierno amenazara con recortar 400 millones de dólares en subvenciones federales. En una carta dirigida a la Comisión Europea el 20 de marzo, 13 ministros comunitarios de Ciencia pidieron una “acción inmediata” para que Europa resulte más atractiva a “talentos brillantes del extranjero que podrían sufrir interferencias en la investigación y recortes de financiación brutales y carentes de motivación”.

Las universidades y los financiadores de la investigación también están buscando oportunidades a corto plazo. Las becas del Consejo Europeo de Investigación (CEI) para científicos senior se reforzarán, asegura un funcionario. La Sociedad Max Planck afirma que se han puesto en contacto con ella científicos estadounidenses de alto nivel interesados en trasladarse a Alemania, y está examinando distintas opciones. El Instituto Karolinska, una institución universitaria médica de Estocolmo, ha creado un grupo de trabajo. La Universidad de Aix-Marsella lanzó en marzo una iniciativa para atraer a 15 investigadores estadounidenses, y ha recibido numerosas solicitudes. “El núcleo de nuestro programa es la indignación y la conmoción al ser testigos de las políticas del gobierno de Trump”, afirma Eric Berton, presidente de dicha universidad.

Algunas de las principales instituciones de investigación europeas están recibiendo ya solicitudes de científicos estadounidenses
Proporcionar refugio a los investigadores procedentes de Estados Unidos forma parte de la nueva urgencia europea por el fomento de la ciencia. “La investigación, la ciencia y el talento… son necesarios para reforzar la autonomía estratégica europea”, escriben los 13 ministros en su carta. La amenaza de Rusia exige que Europa se ponga al día en tecnologías militares de vanguardia. China va por delante en campos incipientes como la informática cuántica y la ciberseguridad. La dependencia europea de los servicios digitales de Silicon Valley ya no parece sensata. A medida que su modelo industrial y su población envejecen, Europa debe mejorar en innovación si quiere impulsar el crecimiento y crear sectores y servicios de nueva generación.

No está claro que Europa pueda igualar a Estados Unidos como superpotencia en ciencia e innovación. Ha mejorado su producción de artículos científicos muy citados, según afirma Reinhilde Veugelers, de la Universidad Católica de Lovaina. Sin embargo, el Índice Nature, una clasificación de citas en 145 revistas de ciencias naturales, muestra que Europa se está quedando rezagada mientras China e India ascienden (véase el gráfico). Para progresar, Europa necesita más dinero, más talento y más libertad.

Donde viven los genios

Contribuciones* a la investigación de alta calidad, por nacionalidad de los autores, 2023, miles

0

5

10

15

20

25

China

70.6

Estados Unidos

0.6

Alemania

-5.2

Reino Unido

-2.1

Francia

-0.3

India

43.7

Suiza

-6.6

% cambio

2019-23

Resto de la UE y EEE

19.7

*Ajustadas al número de autores por artículo

Fuente: Nature Index

La Unión Europea gasta alrededor del 2% del PIB en investigación y desarrollo, apenas algo más de la mitad del 3,6% estadounidense. La mayor parte de la diferencia se explica por el menor gasto en I+D de las empresas. Eso pide unos mercados de capitales más profundos que proporcionen capital riesgo a las empresas innovadoras, y un mercado más unificado y menos regulado que les permita escalar los productos. El Proyecto Europa, una iniciativa de más de 150 fundadores de compañías tecnológicas europeas, ayuda a los jóvenes talentos que quieren resolver problemas técnicos y crear empresas. “Europa tiene todos los ingredientes, pero no conseguimos reunirlos”, afirma Matthias Knecht, uno de los fundadores. Ve una profunda frustración en el hecho de que “Europa no consiga actuar unida”.

En enseñanza superior, el gasto europeo en general se mantiene bien, pero el continente distribuye más dinero en efectivo entre las universidades de menor rango. Estados Unidos tiene muchas más instituciones en los niveles superiores. “Las innovaciones basadas en la ciencia son las más valiosas, desde el punto de vista económico, y suelen proceder de los mejores laboratorios y universidades”, explica Monika Schnitzer, de la Universidad de Múnich. Europa necesita superar la preferencia por la equidad regional y proporcionar más financiación a las instituciones de élite; y como inversión continuada, no como un programa puntual. No será fácil construir mayorías políticas para semejante cambio.

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Europa también necesita más talento. “En Estados Unidos, a diferencia de Europa, hay hambre de talento extranjero. O al menos la había”, afirma un investigador biomédico indio afincado en ese país. Si Estados Unidos sigue importunando a los investigadores inmigrantes, es posible que Europa salga ganando. Cuando en 2017 el primer gobierno de Trump endureció los criterios de elegibilidad para los visados H1B para profesionales cualificados, los solicitantes acudieron en masa a Canadá. Eso elevó la producción de las empresas nacionales y los salarios de los autóctonos, según un nuevo trabajo de Agostina Brinatti, de la Universidad de Yale, y Xing Guo, del Banco de Canadá. Europa es un lugar atractivo para vivir, aunque podría ser aun más acogedor para los extranjeros en términos de visados y de perspectivas profesionales.

El último ingrediente es la libertad para investigar. Deberían simplificarse las cargas administrativas de las universidades europeas y los engorrosos procedimientos de acceso a los datos. El continente necesita más instalaciones de primera categoría y redes de investigación más amplias para colaborar a nivel mundial. En realidad, existe el riesgo de que, si se trata a los investigadores como un recurso estratégico, la ciencia acabe segmentada en función de intereses nacionales. Fue lo que ocurrió durante la primera guerra mundial; y, como consecuencia de ello, la productividad de los investigadores disminuyó. Esta vez, Europa espera reforzar la cooperación en materia de investigación con Estados Unidos, al tiempo que compite por robarle sus mejores científicos.

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