Los tres polizones que permanecían desde la semana pasada en un barco atracado en el puerto de Santurtzi fueron trasladados ayer a las dependencias fronterizas, por orden del juzgado madrileño. CEAR se mostró preocupado por la salud de los tres jóvenes, que calificó como lamentable. Asimismo, criticó la política de asilo del Estado español.

SANTURTZI

Los tres polizones que se encontraban recluidos en un barco atracado en el puerto de Santurtzi fueron trasladados hacia las cinco de la tarde de ayer a las dependencias fronterizas del puerto, según informaron desde la Comisión de ayuda al Refugiado en Euskadi (CEAR).

Javier Galparsoro, como representante de esta asociación, explicó que los hombres fueron bajados del barco y llevados al puerto de Santurtzi, lugar donde aguardarán «todo el tiempo que sea necesario» hasta que «el juez dicte la resolución procedente» o el subdelegado del Gobierno español en Bizkaia «autorice su entrada en España por razones humanitarias».

Esa resolución tiene tres caminos posibles. Se puede decidir que «entren en territorio nacional», puede que se deniegue esa petición y que sean devueltos al barco o que se ordene su vuelta pero el barco se haya marchado ya, en cuyo caso «es imprevisible lo que pueda ocurrir y sería el Ministerio de Interior quien debería decidir».

Según CEAR, los jóvenes continuarán la huelga de hambre y sed que iniciaron el pasado viernes, 25 de agosto, y que les tiene «en una situación lamentable» a pesar de que los «supuesto informes médicos» presentados por el Gobierno «hablen de un buen estado de salud». «Sinceramente, nuestra impresión no es ésa», lamentó Galparsoro, quien añadió que «las informaciones que tenemos a pie de barco sobre su estado de salud y, sobre todo, sobre su progresión son muy preocupantes».

También quiso destacar que «el capitán del barco ha hecho una declaración ante notario en Bilbo de que no quiere ninguna responsabilidad por lo que pudiera pasar a partir de ahora si tiene que seguir con ellos a bordo hasta Rotterdam», lugar de destino del barco Agiasma.

Galparsoro criticó la política española de asilo «en la que al 95 por ciento de los solicitantes se les deniega las peticiones» y añadió que en CEAR creen que «sólo por eso han sido denegadas a trámite» las peticiones de asilo «por razones humanitarias».

El traslado de los jóvenes, que viajaban desde el 16 de abril en el barco Agiasma, ha obedecido a una orden del juzgado de lo Contencioso Administrativo Central de Madrid. La resolución del juzgado ordenaba a la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia que, «mientras los polizones se encuentren en esas condiciones de salud», se les llevara a Santurtzi, explicó Galparsoro.