La emigración deja a 19.000 niños rumanos sin padres en los tres primeros meses del año
Según un registro oficial, 13.000 familias habrían marchado a Italia y España
Deia, 31-08-2006Alida Valea Bucarest
EN LOS TRES PRIMEROS meses del año, diecinueve mil niños rumanos se han quedado sin sus padres, que han emigrado al Estado español o a Italia para trabajar, y están bajo custodia de parientes, amigos, otros hermanos o de instituciones estatales, de acuerdo a un registro oficial efectuado por primera vez.
Los medios de información rumanos relatan con frecuencia dramas surgidos entre estos hijos de los jóvenes de progenitores que emigran en busca de trabajo. Un niño de diez años, Razvan Sucaliuc, estudioso y obediente, hijo único de una familia acomodada, se suicidó recientemente en la localidad Ciortesti porque no podía soportar la ausencia de su madre, que trabajaba en Italia. Otro caso trágico es el de seis menores gitanos que perecieron asfixiados el pasado marzo en su chabola donde estaban bajo custodia de un tío de 21 años después de que sus padres se fueran a mendigar a España.
También hay muchos casos de adolescentes escapados del control de los abuelos, que abandonan los estudios y sus hogares y que vagabundean, roban o se dedican a consumir drogas y acaban en la cárcel. Es el caso de Claudiu, que ingresó en una cárcel para menores y a los 15 años ya pasó por la experiencia de la calle, del alcohol y de la delincuencia, tras huir de las palizas que le propinaba su padre, frustrado por la ausencia materna, según el diario ‘‘Jurnalul National’’.
Al otro polo se sitúan los niños que trabajan duramente, hacen las faenas domésticas y se esfuerzan en conseguir buenas notas en la escuela para que sus padres les premien con teléfonos móviles y ordenadores importados. Esto ocurre, por ejemplo, en la localidad Ruginoasa, en el distrito de Iasi, donde Catalin, un alumno de 17 años, cuida de sus cinco hermanos menores desde hace ya un año y medio.
«Los niños que se crían lejos de sus padres emigrantes en busca de trabajo sufren modificaciones de comportamiento», sostiene en un estudio Maricica Buzescu, coordinadora del Centro de Asistencia Psicopedagógica de Iasi.
Depresión y abandono
Buzescu comenta que el trastorno más frecuente es la depresión, que conduce al abandono escolar, a la agresividad, la mentira, al aislamiento, a la dependencia del ordenador y al alcohol y otras drogas.
Según el estudio, del vocabulario de estos niños desaparecieron las palabras infancia, padre y madre, para ser reemplazadas por otras como España, Italia, euro, ordenador y trabajo.
Según la Autoridad Nacional para la Protección de los Derechos del Niño (ANPDC), en los primeros tres meses de 2006, más de 13.000 familias rumanas se fueron a trabajar al extranjero y dejaron a 18.754 niños en casa sin ningún progenitor. De ellos, 14.383 están bajo custodia de los parientes y los amigos y 2.353 se benefician de la protección de las autoridades, mientras que 1.009 fueron entregados a centros y a familias.
Los expertos calculan que estas cifras están lejos de la realidad, dado que muchas familias no avisan de su salida al extranjero, sobre todo si se van a trabajar ilegalmente.
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