el cabeza de la familia Cortiñas Gabarri aseguró ayer no haber recibido ninguna llamada ni de los servicios sociales del Concello de Lugo, ni de la Xunta. Ninguna de las Administraciones con competencias para actuar en el caso del recién nacido de Lugo que vive en una furgoneta se puso en contacto con la familia en los últimos días.


Antonio Cortiñas y Celia Gabarri se valen de la ayuda y el asesoramiento que le prestan desde la Asociación de Promoción e Integración Gitana de Lugo. Desde que Celia Gabarri abandonó el hospital tras dar a luz a José Antonio, la familia ha continuado buscando un piso de alquiler. Dicen que, cuando acuden a las inmobiliarias y cuando llaman a los avisos pegados en las ventanas, las respuestas son siempre las mismas: ya lo hemos alquilado o estamos esperando una respuesta de otro posible inquilino.


Antonio Cortiñas confirmó ayer que hoy tiene previsto acudir a la delegación provincial de Vivenda con la intención de que lo reciba su responsable, Xosé Anxo Carreira. Asegura que el último compromiso que obtuvo de este departamento es que en un mes podría tener un piso. Cortiñas quiere una entrevista porque sabe que es la única forma de poder trasladarle directamente y, con todos los detalles, el caso en el que vive con su familia. A primera vista, el aspecto del bebé es saludable y, cuando se le pregunta a su padre por el recién nacido, indica que, a pesar de la situación, está sano y se porta muy bien. Sus padres afirman estar al tanto de todos los cuidados médicos que necesita.