Madrid – La Comunidad de Madrid no ceja en su esfuerzo por integrar a la
numerosa población inmigrante de la región, y abrirá en los próximos meses
tres nuevas «casas nacionales», dedicadas a facilitar la inserción en la
dinámica sociedad madrileña de los nuevos ciudadanos procedentes de
República Dominicana, Rumanía y los distintos países de África. Se amplía
así un proyecto asistencial que comenzó a cristalizar en mayo, con la
apertura de la casa de Bolivia (unos 40.000 inmigrantes en Madrid),
continuó con la inauguración de un «hogar» para inmigrantes colombianos
(alrededor de 100.000) y, hasta el momento, ha levantado también centros
para ecuatorianos, rumanos y peruanos.
   «Recursos Propios»
   Sin embargo, los hechos ponen en entredicho que esa ayuda al inmigrante
estructurada por la Comunidad esté siendo apoyada adecuadamente desde el
Gobierno Central. El vicepresidente primero y portavoz de la Comunidad de
Madrid, Ignacio González, advirtió ayer en su comparecencia posterior al
Consejo de Gobierno, que, a pesar de que el Ejecutivo de José Luis
Rodríguez Zapatero «anunció a bombo y platillo» el uno de enero el fondo
estatal para la acogida de inmigrantes, sólo se han ingresado, a finales
de agosto, «el 50 por ciento» de los 40 millones de euros que le
corresponden en 2006.
   Según él, esto ha obligado al Ejecutivo
regional a cubrir con «recursos propios» la atención a extranjeros que
llegan a su territorio derivados de las islas Canarias. González criticó
también el «reparto discriminatorio» que hace el Ejecutivo central de los
inmigrantes, y recordó que en los últimos ocho meses Madrid recibió a
6.500 de los 11.000 extranjeros subsaharianos previa comunicación oficial
«sólo de 2.800», mientras que los derivados a Cataluña, por ejemplo, «no
han llegado a 900». A su juicio, lo que está ocurriendo este verano es
«una muestra muy evidente del desbordamiento del problema migratorio» como
consecuencia de la «ausencia» de una política exterior «seria» y de haber
lanzado «mensajes equivocados» a través del proceso de regularización
extraordinaria. Éste sería, en opinión del vicepresidente, el culpable de
la aparición de un «efecto llamada» que «ha alentado a las mafias del
África subsahariana a aumentar de forma exponencial la llegada de
inmigrantes». Por todo ello, el «número dos» de Esperanza Aguirre pidió a
Rodríguez Zapatero una política de inmigración «más rigurosa y realista»,
medidas para «frenar las avalanchas» y un reparto «equitativo» de los
extranjeros trasladados. Los nuevos centros incluyen talleres para
facilitar la búsqueda de empleo, así como una bolsa de trabajo. Además,
tienen servicios de formación profesional en campos como la hostelería o
la informática, y guarderías. Estarán enclavados en los distritos de
centro (panafricano), Tetuán (dominicano) y en el Corredor del Henares. La
Comunidad de Madrid pondrá además en marcha un servicio de mediación
vecinal en los municipios de Coslada, Fuenlabrada, Móstoles y San
Sebastián de los Reyes, para promover la integración. Cada uno contará con
un coordinador y tres dinamizadores sociales, que fomentarán el
acercamiento entre los vecinos.