La de ayer fue la primera intervención de Caldera ante los medios de comunicación tras finalizar sus vacaciones. Una comparecencia tan inmediata que en alguna de sus respuestas tuvo que disculparse: aún no había tenido tiempo de ponerse al día en algún asunto.

Precisamente, de sus vacaciones habló. El ministro respondió a quienes le critican por encontrarse desaparecido durante el mes de agosto, en los peores momentos de la crisis de la llegada de inmigrantes subsaharianos a las costas de Canarias.

«Yo no he estado todo agosto de vacaciones, sino quince días», matizó el ministro. «Y me sustituyó la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, que a diario ha atendido la situación», afirmó.

Señaló que el Ministerio no ha estado desatendido y se comparó al resto de españoles, que también tienen vacaciones.
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