Hace casi un mes el centro de acogida de refugiados de Monterroso vivió un episodio de protestas y reivindicaciones. Los migrantes salieron a la calle para denunciar un trato discriminatorio por parte de la organización que los tutela y varios representantes del Ministerio se acercaron hasta el lugar para analizar la situación. A los pocos días informaron de que todo había vuelto a la normalidad.

Sin embargo, las manifestaciones se saldaron con la expulsión de dos refugiados del centro, Maoudou y Djibril. Según la Delegación del Gobierno en Galicia, «por incumplir las normas de convivencia», aunque ellos aseguran que fue por liderar las protestas. Ambos se fueron un día por la mañana a las clases de formación y cuando regresaron al hotel tenían sus cosas en la puerta. Recuerdan que llovía a cántaros y varios vecinos les prestaron un local social para pernoctar.

Vecinos de Monterroso acogen en un antiguo bar a los dos refugiados expulsados por la ONG Rescate Internacional
Expulsan a dos refugiados del centro de acogida de Monterroso: «Los dejaron tirados bajo el diluvio y un vecino les dejó un local para dormir»
P. ÁLVAREZ

Ahora, un par de semanas después, Djibril encontró trabajo en una empresa de construcción de Lugo y vivienda en Monterroso. Mientras, su compañero Maoudou, con el que comparte piso, sigue formándose.

El refugiado, que ahora respira aliviado, no puede estar más agradecido a sus vecinos, que le ayudaron en ese proceso de búsqueda de empleo y de vivienda, además de echarle una mano con los trámites burocráticos. «Todavía estoy asentando mi vida en Monterroso, pero estoy contento por tener trabajo», asegura. Se alegra también de que las cosas en el centro volviesen a la normalidad y de que sus compañeros puedan disfrutar «de las mejoras que entre todos demandamos».