Pescadores mauritanos han rescatado en las últimas horas los cuerpos de 84 subsaharianos que viajaban a bordo de un cayuco que se dirigía a las Canarias. Como ya informó EL MUNDO el pasado lunes, se trata del naufragio más grave que se conoce en la historia de la inmigración española.

La barcaza naufragó durante el fin de semana frente a las costas mauritanas. A bordo iban alrededor de 150 inmigrantes que habían partido del sur de Senegal con rumbo a las islas Canarias.

Al tener conocimiento del siniestro, las autoridades de Mauritania emprendieron la búsqueda de los desaparecidos. El domingo, el mar envió a una playa al norte de la capital, Nuakchot, los cadáveres de 15 inmigrantes. Hasta ayer, se recuperaron en total 84 cadáveres. Los cuerpos fueron rescatados por pescadores mauritanos en alta mar, así como por los bomberos de dicho país, que han recogido los cadáveres arrojados por el mar a las playas, según informó ayer la cadena Ser.

De acuerdo al testimonio de los 18 supervivientes, en el cayuco siniestrado viajaban unas 150 personas, por lo que se da por seguro que la cifra de fallecidos aumentará en las próximas horas. Se cree que los inmigrantes murieron de hambre y sed tras averiarse su embarcación.

Quienes corrieron mejor suerte fueron los 198 inmigrantes a bordo de tres cayucos que ayer alcanzaron las costas canarias. Al cierre de esta edición se esperaba la llegada de una cuarta barcaza a Tenerife.