Madrid
La Comisión Europea se comprometió con España a pedir más medios a los países de la UE para reforzar el dispositivo de la Agencia Europea de Fronteras (FRONTEX), tras la reunión mantenida en Bruselas con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, quien solicitó una mayor implicación europea en el control de la inmigración.

Fernández de la Vega concluyó el viaje emprendido esta semana, que ayer la llevó a Finlandia – país que preside este semestre la UE – y a Bruselas, con el objetivo de lograr más apoyo para frenar la oleada de inmigrantes que llegan a Canarias y que sólo en agosto ha superado las cifras de todo 2005.

Solamente cuatro de los 25 países de la UE participan actualmente el despliegue efectuado por Frontex para controlar el flujo de subsaharianos a las islas canarias.

Además de pedir más medios, la CE solicitará que la misión se extienda hasta finales de año, como planteó De la Vega, dijo el vicepresidente de la CE, Franco Frattini, quien compareció junto a ella ante los periodista.

“Necesitamos más medios, porque tenemos muy poquitos”, afirmó Fernández de la Vega, quien reclamó “más barcos, más aviones, más personal, más tripulaciones; ahora sí que no hay excusas”.

Frattini y Fernández de la Vega anunciaron que España acogerá en las próximas semanas una reunión de la presidencia de la UE, la CE y los países de la ribera sur de la Unión, para estudiar la puesta en marcha de un modelo de gestión y control de la frontera marítima del sur de Europa.


El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, propuso acercar las patrullas que vigilan las costas españolas a los países africanos, para rescatar allí a los inmigrantes que salen en cayucos hacia Canarias y devolverlos de inmediato, en lugar de llevarlos a las islas.

Segura explicó que esta posibilidad exigiría alcanzar acuerdos con los países africanos limítrofes para poder realizar con ellos las labores de avituallamiento y el relevo de las tripulaciones.

Asimismo, expresó su temor a que en septiembre se viva de nuevo “una etapa compleja” a causa de las calmas en el mar de esa época del año e insistió en “el drama humano” y “el problema humanitario excepcional” que supone la inmigración irregular a bordo de cayucos.