Los más vulnerables del hotel desokupado en Mallorca: familias estafadas en busca urgente de un techo
El Diario, , 24-02-2025
Las personas que todavía okupan el edificio Neptuno II del Hotel BelleVue del puerto de Alcúdia (Mallorca) han escuchado en las últimas horas, más presente que nunca, el tic tac del reloj. Ya son pocos los que quedan. A lo largo de la última semana, cuando se presentó en el alojamiento medio centenar de trabajadores de la empresa de seguridad Guardians Control, los okupas han ido abandonando, casi en goteo, el inmueble.
Tan solo quedan dos o tres familias dentro, aunque todas han firmado ya la Declaración Unilateral de Salida Voluntaria de Propiedad Privada, como ha adelantado Diario de Mallorca y ha podido confirmar elDiario.es. Al suscribir este documento, los okupas han aceptado la renuncia a cualquier acción civil o penal entre ambas partes. Al igual que la propiedad, que no ha llegado a denunciar en ningún momento a los moradores.
El desalojo del edificio comenzó el lunes de la semana pasada, cuando los propietarios contrataron la empresa de desokupación mallorquina para expulsar a las personas que residían allí desde hacía varios meses. Según el abogado de la compañía, Lázaro Lúcio de Oliveira, había entre 150 personas viviendo en el hotel y la mayoría ha abandonado el recinto por su propio pie. “Unas 70 han firmado el acuerdo: teniendo en cuenta que habría unas tres o cuatro por habitación, estimamos que quizá incluso podían llegar a 200”, afirma en declaraciones a elDiario.es.
Entre los desalojados hay alrededor de 30 menores de edad, a pesar de que al principio se habían contabilizado unos doce. Algunos de ellos continúan todavía dentro del complejo hotelero, señala el abogado. Las personas que todavía no se han marchado se encuentran a la espera de trasladar sus pertenencias o realizar otras gestiones.
El plazo para finalizar el desalojo ha finalizado este lunes a las 16 horas. Aunque los trabajadores de la empresa de desokupación seguirán vigilando la zona durante algunos días más, tal como afirma Lúcio. La puerta principal del edificio ya ha sido tapiada y se prevé hacer lo mismo con el resto de accesos a lo largo de los próximos días para evitar nuevas ocupaciones. También se ha cortado el suministro eléctrico.
Aunque se prevé que el desalojo será totalmente pacífico porque el trato ya se ha firmado, se prevé que agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Alcúdia acudan al BelleVue en las próximas horas para supervisar que todo se desarrolle con normalidad.
Así lo hicieron el pasado lunes, cuando los efectivos de la empresa Guardias Control irrumpieron en el alojamiento turístico, acompañados por los abogados de la propiedad, con la intención de negociar con los residentes y exigiendo para entrar la firma del acuerdo que proponían. Muchas de ellas tuvieron que recurrir a gente de su entorno, familiares o amigos, para que fueran a recoger a sus hijos al colegio, ya que si iban a por ellos no podían volver a entrar.
A lo largo de todo el día, muchos de ellos fueron saliendo a cuentagotas del hotel y al resto, en situación más vulnerable, la empresa de seguridad mallorquina les dio una semana de plazo para buscar alternativas. La falta de ellas es una de las preocupaciones principales de los moradores: el precio de la vivienda en Balears está por las nubes.
De hecho, el club BelleVue no es el primer complejo que ha sufrido okupaciones en la zona: el edificio Siesta II, otro de los 17 del mismo hotel, ha sufrido este problema durante años. El Hotel Delfín Azul, también en el puerto de Alcúdia, fue otro de los inmuebles que en temporada baja fueron víctimas de la okupación. “El propietario del Bellevue tenía previsto abrir en abril, pero no sé si va a seguir con estas previsiones de la actividad con todo lo que ha pasado”, ha expresado Lucio de Oliveira al ser preguntado por este diario.
Por el momento, una parte de los afectados se han trasladado al edificio Apolo II, mientras que otros continúan en búsqueda de una alternativa. Varios de los antiguos residentes de Neptuno II han declarado sentirse estafados por lo que ha sucedido. Casi todos pagaron por quedarse en el edificio, aunque ninguno ha querido desvelar a la prensa a quién entregaron el dinero.
En el caso del Neptuno II, la persona que hacía de arrendadora les pedía una entrada por la estancia que podía oscilar entre los 800 y los 1.500 euros – de acuerdo a las informaciones publicadas por Diario de Mallorca – y luego, por cada mensualidad, les cobraba 300 euros. Muchos de los afectados temen represalias después de la desokupación y todavía mantienen la esperanza de que el arrendador les ayude a encontrar un lugar donde vivir.
El presunto estafador, al parecer, que también residía en el hotel BelleVue, se marchó inmediatamente del complejo turístico el pasado lunes, cuando se hizo eco en la prensa la notícia de que la propiedad pretendía desalojar el edificio Neptuno II. Otros testimonios recogidos y publicados por la prensa local también aseguran que el arrendador les obligaba a pagar por el mobiliario e impedía que sus inquilinos llevaran sus propios muebles al aparthotel.
Muchas de las familias residentes llevaban tiempo siendo atendidas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Alcúdia, como han confirmado fuentes del Consistorio a elDiario.es. Por un lado, entre los desalojados hay una gran cantidad de migrantes en situación administrativa irregular, mientras que otros cuentan con la documentación en regla para residir en España o son trabajadores a los que se les había dado permiso para vivir en el complejo turístico.
El desalojo ha situado a estas personas en un contexto aún más precario. No solo a los que no disponen de un techo bajo el que dormir, sino a los que a ese factor se les suma no poder regularizar su situación. Para muchos de ellos, acceder a una vivienda de manera legal implica pagar grandes sumas de dinero sin garantías.
En el caso del empadronamiento, el coste es aún mayor. De hecho, a algunas de las personas en esta situación les han llegado a pedir por el padrón hasta 8.000 euros. Ahora, después de los últimos acontecimientos, una gran parte se plantea trasladarse a Bélgica, donde aseguran que el procedimiento para tramitar estos papeles es más sencillo.
Las familias desalojadas del complejo Bellevue en Alcúdia afrontan ahora una nueva incertidumbre. La mayoría de ellas, según explican desde el Ayuntamiento a elDiario.es, ya estaban siendo atendidas por los servicios sociales antes del operativo de desalojo.
En los últimos días, el Consistorio ha trabajado con algunas para encontrar soluciones que eviten que acaben en la calle, priorizando en todo momento las unidades familiares con menores a su cargo. El Ayuntamiento ha ofrecido en estos últimos casos una alternativa habitacional de urgencia, tal como informan a este medio desde la corporación municipal.
De acuerdo a los servicios sociales municipales, podrían ser unas seis familias las que necesiten este recurso, aunque todavía se está trabajando con ellas para concretar si desean ser asistidas. En caso de aceptar la acogida de urgencia, se realizará en un establecimiento hotelero de la localidad hasta poder derivarlas a otros recursos sociales de entidades o instituciones.
“Ningún niño o niña quedará desamparado”, aseguran desde el Ayuntamiento, que ha diseñado un plan de atención para estas personas con necesidad de ayuda. También detallan que este lunes por la mañana todas las familias han pasado por los servicios sociales, donde se les ha ofrecido este alojamiento temporal y se les ha informado, en los casos necesarios, sobre los trámites para regularizar su situación.
En cuanto a otras familias, ya han encontrado alternativas por su cuenta. El Ayuntamiento ha manifestado su compromiso con el bienestar de los afectados y ha asegurado que seguirá trabajando para garantizarles apoyo. Sin embargo, la incertidumbre sigue presente para muchas de estas familias, que aún buscan una solución a largo plazo después del desalojo.
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