Editorial

Enfado con los partidos

Los jóvenes guipuzcoanos no son ajenos a los cambios sociales, culturales e ideológicos del entorno

Diario Vasco, Editorial DV Editorial DV, 21-02-2025

a juventud de Gipuzkoa no es una isla y se ve cada vez más permeable a algunas tendencias estructurales que sacuden a su entorno. Un informe elaborado por el observatorio Lupak del Centro de Innovación Social-Sinnergiak de la UPV así lo atestigua. De entrada, es una juventud más politizada de lo que parece, aunque siente una profunda distancia hacia los partidos y hacia los movimientos sociales. Existe un sentimiento de enfado que sustituye a la indiferencia del pasado. La desafección hacia el sistema es profunda y cuestiona los mecanismos tradicionales de representación. Y pone de manifiesto una crisis del sentido comunitarista que ha sido una característica de la sociedad guipuzcoana. La pandemia marcó un antes y un después en favor de una sociedad más individualista. Hay determinadas tendencias que parecen responder a un movimiento pendular de reacción ante el miedo hacia un futuro que no se percibe como una garantía para las nuevas generaciones.

Pero hay más fenómenos de fondo que las redes sociales aceleran. Los cambios culturales que antes tardaban décadas en cristalizar, ahora cuajan en horas a través de internet. Los paradigmas se transforman con una velocidad vertiginosa. La pulsión identitaria del pasado se ha rebajado tras la desaparición de ETA y este dato anticipa una cartografía de identidades cada vez más plurales y compartidas. Los jóvenes guipuzcoanos consultados se van deslizando progresivamente en su espectro ideológico. Les preocupa la vivienda, el empleo, la salud mental y el cambio climático. No coinciden con el giro a la derecha en otros lugares pero sí han evolucionado desde un perfil de contestación más radical hacia un tenue centroizquierda. Se muestran preocupados por «la inmigración irregular» –un 40%– y hasta un 38% cree que el feminismo «ha ido demasiado lejos y ahora discrimina a los hombres». Resulta revelador este realineamiento, que no es del todo nuevo, pero es llamativo en Gipuzkoa. Ciertos problemas sociales han emergido con complejidad y no pueden ser despachados con consignas simplistas. Los jóvenes sí se interesan por la política, pero la mayoría no se siente representada y reclama participar en la misma de otra manera. Este informe podría servir como un acicate y un revulsivo en los partidos convencionales en un momento de auge del populismo ultraderechista y de crisis del modelo democrático liberal. Es, en todo caso, un serio análisis para la reflexión.

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