Una experta dice que «muchos querrían que los inmigrantes fueran invisibles»
La UN celebró un coloquio sobre la problemática de la integración en Navarra
Diario de Navarra, 30-08-2006La población inmigrante en Navarra ha pasado de 4.000 a 55.000 personas en apenas una década. Este profundo cambio sociológico ha despertado muchos desafíos en todos los niveles. Tres expertos debatieron acerca de qué se esconde realmente detrás el término panacea de “integración”. Vicente Blasco, de Cáritas, Susana Obanos, del Servicio de Mediación Intercultural del Ayuntamiento de Pamplona, y Celina Domaica, de la Fundación Core, fueron los encargados, por turnos, de poner voz a estas cuestiones . Una vez concluidas las intervenciones, el debate se abrió a las preguntas del público asistente. El sociólogo Alejandro Navas moderó la mesa redonda.
CARMEN REMÍREZ. PAMPLONA.
«¿Por qué decimos que son malos los soldados marroquíes que abandonan a su suerte en el desierto a 200 subsaharianos si nos enteramos de eso porque uno de ellos ha muerto de sed? ¿No seremos nosotros también un poco malos por pagarles para que los dejen allí?», lanzaba al aire crudamente Vicente Blasco, de Cáritas. Ante su pregunta, reflexionaba en silencio la treintena de participantes en la mesa redonda, que llenaba ayer por la tarde el aula 30 del edificio central de la UN.
Concedido el turno de palabra por Alejandro Navas, Blasco fue el encargado de iniciar el debate. Con un discurso intercalado por alocuciones irónicas, acompañado de cientos de hojas sobre la mesa, se refirió a la dificultad de encontrar un significado unívoco al término “integración”. «Es una palabra que es como el vuelo de una mariposa. Nadie sabe exactamente a qué se refiere, empezando por los partidos políticos y siguiendo con las asociaciones», replicó, tajante.
«No se ha roto la sociedad»
Prácticamente en línea con lo expresado por Blasco, llegó el turno de Susana Obanos, del Servicio de Mediación Intercultural del Ayuntamiento de Pamplona, y que acredita más de 15 años de experiencia trabajando con el colectivo inmigrante en ANAFE (CCOO).Un matiz más positivo dio comienzo a la exposición de Obanos. «Hemos pasado de 4.000 a 55.000 extranjeros asentados en Navarra a lo largo de los últimos diez años y no se nos ha caído la sociedad, ni se ha roto ni hemos tenido catástrofes, como algunos auguraban. Lo que muchoa querrían es que los inmigrantes fueran invisibles, no verlos por sus calles». Su voz nerviosa fue ganando fuerza conforme avanzaba su discurso. «Existen estereotipos respecto a los musulmanes que no se dan con los católicos. Y no es que existan dificultades específicas religiosas. Son más culturales (roles hombre-mujer, tema del idioma…), que sí genera más encontronazos», dijo. Debido a la ausencia durante este primer turno de la mesa redonda del representante de la comunidad islámica en Navarra, la experiencia en primera persona de la integración en el caso de Navarra apareció en el debate a modo de ejemplos. Celina Domaica, de la Fundación Core, una organización que trabaja por la integración del colectivo inmigrante en Navarra, habló, en tono vitalista de estos casos. «¿Cómo se va a integrar un trabajador que carezca de papeles? La inestabilidad jurídica es una de las grandes trabas para que una vida normal en la sociedad que te acoge. Otra es el desconocimiento de esa misma sociedad», aseguró.
Tras media hora de mesa redonda, Navas se encargó de ceder la palabra al público con una ronda abierta de preguntas.
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