Las medidas proteccionistas que está tomando el Gobierno de EE.UU. liderado por Donald Trump desde su toma de posesión el pasado 20 de enero van más allá de lo económico. Así, a los aranceles que pretende imponer a países próximos como Canadá y México, más lejanos como China o al acero y el aluminio europeos; se suma un endurecimiento de las políticas de inmigración. Al «muro» con la frontera mexicana que en campaña prometió reforzar se añaden ya deportaciones masivas. Tan solo en las dos primeras semanas de su segundo mandato, 5.000 inmigrantes latinoamericanos en situación irregular fueron devueltos a sus países según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

Esta tensión en las relaciones con países vecinos ha provocado también rescatar la inspiración que unos creativos publicitarios tuvieron hace más de ocho años, justo cuando llegaba por primera vez a la casa Blanca el líder republicano. Contra la imposición, se tiraba de épica y orgullo latinoamericano. Así, un anuncio de la cerveza mexicana Corona que rebate el menosprecio a América del Sur de la administración Trump mostrando las bondades de este territorio se ha convertido de nuevo en tendencia. «Una tierra de más de 1.000 millones de habitantes, salvaje, multicultural, unida» dice la locución de un spot aderezado con imágenes representativas del continente como el canal de Panamá, el río Amazonas o las playas de Brasil. «Basta de usar nuestro nombre para generar divisiones, eso no es lo que somos», continúa el reclamo de la conocida marca cervecera, que se distingue por su botella transparente de cuello alargado y etiqueta pintada.

«Somos 35 estados unidos», se hace el cómputo total de los países de Centroamérica y Sudamérica, «y hoy nos vestimos con un solo escudo porque americanos somos todos. Por eso América siempre ha sido grande». Lo más increíble de esta producción audiovisual es que casi una década después sirva una vez más como réplica al cierre de fronteras del presidente Trump.