Así llegaron a su país 111 brasileños deportados por Trump: esposados y "casi sin comida"

Se trata del segundo vuelo a Brasil de deportados por el gobierno de Trump. El primero aterrizó en Manaos el 25 de enero

El Mundo, Sebastián Fest, 10-02-2025

Un grupo de 111 brasileños deportados por el gobierno de Donald Trump arribó en la noche de este viernes a su país.

Los deportados, en un vuelo que incluyó una escala en Puerto Rico, se quejaron de las condiciones del viaje.

Citada por Folha de Sao Paulo, la Secretaria de Derechos Humanos de Ceará, Socorro França, aseguró que los deportados llegaron esposados y “casi sin comida”.

“Los recibimos con gran emoción, porque estaban encadenados y esposados. Cuando bajaron del avión, estaban completamente libres, pero muy dañados emocionalmente”.

El gobierno brasileño los recibió con “comida, agua, kits de higiene, psicólogos y trabajadores sociales”, explicó França.

Dieciséis de los deportados bajaron del avión para quedarse en Fortaleza, en tanto que los 95 restantes se subieron a un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para continuar rumbo a Belo Horizonte, la tercera ciudad del país.

Se trata del segundo vuelo a Brasil de deportados por el gobierno de Trump. El primero aterrizó en Manaos el 25 de enero.

El gobierno de Brasil negocia con el estadounidense para mejorar las condiciones de vuelo de los deportados, tras las denuncias de malos tratos en el vuelo a Manaos, del que los brasileños fueron bajados del avión esposados, lo que generó la indignación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Folha destaca que el uso de esposas, “aunque condenado por el gobierno brasileño, se autorizó en el marco de un acuerdo de 2021 entre Brasilia y Washington, y la decisión sobre su uso sigue correspondiendo al gobierno estadounidense”.

Inicialmente, el vuelo de este viernes debía tener Belo Horizonte como primer destino. O Globo reveló como, “a instancias del gobierno de Lula, el Ministerio de Asuntos Exteriores negoció con el gobierno extranjero el cambio de ruta”.

“Como Fortaleza es una ciudad costera, el objetivo era evitar en la medida de lo posible que los pasajeros sobrevolaran esposados el territorio” brasileño. Y, “como forma de reforzar la autoridad brasileña sobre el cuidado de los repatriados, un avión de la FAB fue desplegado, según el gobierno federal, con carácter ‘excepcional’, para hacer el trayecto entre Fortaleza y Belo Horizonte”.

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