Un millar de vecinos exigen indignados más vigilancia policial en Marchena
Mostraron su rabia por la muerte de un vecino a mano de sus atracadores y denunciaron que los agentes tardan horas en atender sus llamadas de auxilio El alcalde y los mandos policiales entonaron el 'mea culpa' y anunciaron la incorporación de 40 nuevos agentes antes de que finalice el año
La Verdad, 30-08-2006Indignación, crispación, malestar, impotencia, miedo, rabia… fueron algunas de las palabras más repetidas por los vecinos de Marchena en la reunión que en la noche del pasado lunes se llevó a cabo en el colegio público Narciso Yepes. Casi mil vecinos abarrotaban el patio del centro escolar. Una ocupación sin precedentes provocada por la muerte la semana pasada de Miguel, uno de sus vecinos, como consecuencia de las heridas de arma blanca que le asestaron dos encapuchados mientras le robaban los 30 euros que tenía en su cartera.
A lo largo de las más de dos horas que duró el encuentro, los vecinos, anónimos, fueron relatando algunos de los episodios más espeluznantes que han vivido en los últimos meses, en las últimas semanas. Historias que pusieron los pelos de punta a más de uno, y que se han repetido en muchas de las casas diseminadas de los caminos no sólo de Marchena, sino también de pedanías limítrofes como Aguaderas.
Uno de los primeros en ponerse de pie y relatar algunas de sus vivencias fue Felipe. «Hace siete u ocho meses tuve un problema. Intentaron entrar en mi casa con nosotros dentro. Llamé a la Policía Local, y me dijo que no había patrullas disponibles». En ese momento, todos sus vecinos se pusieron a aplaudir. Felipe, continuó diciendo: «Entonces, llamé a la Guardia Civil, me dijeron que estaban en Pulpí. Todo pasó a las tres y media de la madrugada. La policía vino a las ocho y media de la mañana. Me sentí abandonado».
Entre gritos
El alcalde, Leoncio Collado, tomaba la palabra en ese punto para entonar el mea culpa. «Si eso ha ocurrido así, pedir disculpas, y en segundo lugar, adquiero desde este momento el compromiso publico para trabajar y que esa situación no vuelva a ocurrir».
Y añadió que «pedirle disculpas, y le aseguro que no voy a tolerar que el servicio de la Policía local conteste en esos términos a nadie».
El jefe de la Policía Local, Juan Amorós, se refirió en los mismos términos, aunque recordó la amplitud del municipio al que tienen que prestar servicio. Mientras realizaba éstas manifestaciones algunos vecinos gritaban: «¿Dónde está el delegado del Gobierno?», «el 99% de las veces que se llama para pedir auxilio ocurre lo mismo que le ha pasado a Felipe», «hay que dormir con la escopeta bajo la cama», «en 55 años que llevo viviendo aquí, la primera vez que he visto un coche de la Policía Local fue anteanoche» o «de cuerpo presente, vienen por la capilla ardiente para dar el pésame».
Pidieron, exigieron, en reiteradas ocasiones, que no se vuelvan a repetir episodios en que los cuerpos de seguridad no habían acudido a sus llamadas de auxilio, por lo que se habían sentido desamparados. Collado, anunció la incorporación inmediata de 40 nuevos agentes antes de que finalice el año. «Me comprometo a que antes de 2007 esos nuevos agentes estén patrullando el municipio».
Especial vigilancia se va a realizar en la zona de huerta, las pedanías del sur, aunque el primer edil también pidió la colaboración ciudadana. «Necesitamos la colaboración de los vecinos. Queremos que denuncien cualquier situación extraña que detecten, a cualquier ciudadano que les pueda crear recelo. Queremos que llamen a la Policía Local y que nos ayuden, porque de lo contrario es muy difícil combatir la delincuencia en una zona con tal amplitud de territorio».
Y pidió a los agricultores, a los empresarios que «no propicien el efecto llamada de que aquí hay trabajo para todo el mundo, y papeles». Dijo que se va a «intensificar la vigilancia también de carácter laboral», para detectar a los sin papeles que están trabajando, y lanzó una pregunta al aire: «¿Quién de vosotros no ha dado trabajo a algún ilegal, a algún extranjero sin papeles?».
El jefe de la Policía Local también señaló que se están realizando hasta 300 identificaciones semanales y que en los últimos tiempos se han retirado hasta 1.000 vehículos que están en el depósito municipal por carecer de documentación, o porque sus conductores no disponían de los permisos necesarios. José Antonio San Segundo, subjefe de la Policía Local, defendió a la plantilla de agentes. «Vuestro problema, es su problema. Lo han adoptado como propio, y no dudéis de que se van a implicar al máximo para intentar paliar la situación».
El jefe de la oposición, Francisco Jódar, del Partido Popular, también solicitó la palabra. Afirmó que desde hace años vienen «reclamando más seguridad». Dio su apoyo al alcalde «en todo lo que tenga que ver con incrementar la seguridad a los vecinos de las pedanías y ciudadanos del casco urbano». Añadió que «debe hacer un esfuerzo mayor», y reiteró que «hacen falta más efectivos. Hay que pensar en duplicar el número de agentes de la Policía Local».
Leoncio Collado le respondió que no iba a utilizar ese escenario para sacar renta política y que no iba a entrar en polémicas con Jódar, que volvía a asegurar que antes de 2007 se incorporarían hasta 40 agentes más a la Policía Local. Mientras, la retahíla de los vecinos no cesaba: «Estamos hartos de que nos roben, nos violen a nuestras mujeres y nos maten y, perdón, porque sea tan duro en mis palabras», contaba un lugareño. Otro replicaba: «La Policía sólo sirve para denunciar a los zagales por ir en moto».
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