Tras la sorpresa inicial y pese a las dudas generalizadas sobre su puesta en práctica, el gobierno israelí abraza el plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de tomar el control de la Franja de Gaza y la salida de su población afirmando que sería “voluntaria” como ha dicho hoy el ministro de Defensa, Israel Katz. Éste ha anunciado que pidió al ejército la preparación de un plan para permitir a los gazatíes que lo deseen abandonar el devastado enclave palestino y ha situado a España entre los países que deberían acogerlos después de haber criticado duramente a Israel en los últimos meses.

“La idea de permitir irse a los gazatíes que quieran irse, ¿Qué tiene eso de malo? Pueden irse, luego pueden volver, pueden reubicarse y luego volver. Pero hay que reconstruir Gaza”, dijo Benjamín Netanyahu en una entrevista a la cadena estadounidense FOX en la que definió la idea del programa de Trump como “remarcable”. “Debe ser examinada y realizada porque creará un futuro diferente para todos”, añadió. El primer ministro es consciente de que, tras el ataque yihadista de hace 16 meses desde el enclave palestino, no solo israelíes identificados con la derecha nacionalista apoyan un plan que, si se lleva a cabo, garantiza el fin del control de la Franja por Hamas e incluso la salida “voluntaria” de miles de gazatíes al otro lado de la frontera.
Para saber más
Un hombre pasa con un carro tirado por un burro entre los escombros de edificios destruidos en la calle Saftawi de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza.
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Trump y Netanyahu, el martes en la Casa Blanca.
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Netanyahu, que elogió la aportación de Trump en el acuerdo de tregua y liberación de rehenes, comentó que no cree que el presidente sugiriera enviar tropas estadounidenses “para completar el trabajo” de acabar con Hamas en Gaza o financiar la tarea de reconstrucción.

En la cúpula del ejército israelí, la sorpresa por el anuncio de Trump se suma ahora a la causada por Katz- una vez más desde su nombramiento hace exactamente tres meses en lugar del destituido Yoav Gallant- por su instrucción de prepararse para permitir “la salida voluntaria de los gazatíes”, pese a que no se conocen los detalles de la propuesta de Trump más allá de su idea lanzada el pasado martes.

“Acojo con satisfacción el audaz plan del presidente estadounidense Trump. Se debe permitir a los residentes de Gaza disfrutar de la libertad de salida e inmigración como es habitual en todo el mundo”, indicó Katz y añadió: “Di instrucciones a las Fuerzas de Defensa para que prepararen un plan que permita a cualquier residente de Gaza que estuviera interesado irse a cualquier país dispuesto a recibirlo”.

“Hamas utilizó a los residentes de Gaza como escudos humanos y construyó infraestructuras terroristas en el corazón de la población, y ahora los mantiene como rehenes, les extorsiona mediante la ayuda humanitaria y les impide salir de Gaza”, denunció en el comunicado en el que aboga por la reconstrucción del enclave que visiona “desmilitarizado y libre de amenazas en la era post-Hamas”.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha condenado su anuncio al considerarlo “programa de expulsión” más allá de criticar el plan de Trump que ha sido ampliamente criticado en la comunidad internacional: “Palestina, con su tierra, su historia y sus lugares sagrados, no está en venta”.

Asimismo, Katz lanzó un dardo a los países más críticos con Israel a raíz de su ofensiva lanzada en respuesta al ataque terrorista del 7 de octubre del 2023: “Países como España, Irlanda, Noruega y otros, que han hecho acusaciones y denuncias falsas contra Israel debido a sus acciones en Gaza, están obligados por ley a permitir que residentes de Gaza entren en su territorio. Su hipocresía quedará expuesta en caso de rechazarlo”.

El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, no ha tardado en rechazar la sugerencia de Katz. “La tierra de los gazatíes es Gaza y Gaza debe formar parte del futuro Estado palestino”, ha afirmado en una entrevista a RNE recalcando su oposición al plan de Trump. No hay que olvidar que hace unos meses Katz, en calidad de ministro de Exteriores, tuvo duros encontronazos con las autoridades de España y otros países por reconocer el Estado palestino y por sus condenas de la ofensiva.

Según la comentarista política Dafna Liel, el mensaje de hoy tiene que interpretarse también en clave política para convencer al ala más nacionalista del gobierno de que el apoyo al plan de Trump no se queda en las palabras

El líder ultranacionalista, Bezalel Smotrish, fue este miércoles el primero en el seno del Gobierno israelí en aplaudir públicamente la iniciativa de Trump. Este ministro no recibió la luz verde de EEUU para la construcción de asentamientos israelíes en la Franja de Gaza-desmantelados en la retirada militar del 2005- aunque espera recibirla para la anexión de la Ribera Occidental. Un asunto que depende también de la negociación para la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí.

Tras el acuerdo de tregua con Hamas que entró en vigor el pasado 19 de enero, Smotrish había advertido a Netanyahu con abandonar el Gobierno y derribarlo si tras su primera fase no reanuda la ofensiva para acabar completamente con el grupo integrista tal y como establece uno de los objetivos declarados de la guerra. La declaración de Trump sobre Gaza puede servirle para retirar o matizar su ultimátum dando así más respiro al veterano primer ministro y quizá contribuya a apuntalar el alto el fuego con Hamas.
Escepticismo sobre la puesta en práctica del Plan Trump

El entusiasmo en el Gobierno más derechista en la historia de Israel sobre el plan de Trump contrasta con el escepticismo de muchos en la clase política y en la prensa que no ven factible la idea de la salida de casi dos millones de la Franja de Gaza (ya sea porque no quieren o porque Hamas lo evitará) y su conversión en la “Riviera de Oriente Medio” bajo patrocinio estadounidense. “Un sueño no real”, opina Avi Issacharoff en alusión por un lado al deseo de muchos israelíes del fin del control de Hamas y la marcha de habitantes de la Franja de Gaza tras lanzarse desde allí el mayor ataque en la historia de Israel y por otro lado el rechazo de todos los grupos palestinos empezando por Hamas que controla ese territorio, y de los países árabes, algunos de los cuales fueron nombrados por Trump para acoger gazatíes durante el largo proceso de reconstrucción.
Trump recibe a Netanyahu en la Casa Blanca: “EEUU se hará con el control de la Franja de Gaza”E.M

Pocos comentaristas israelíes creen que Gaza se convertirá pronto en un ente controlado por EEUU y señalan que asesores y portavoces de Trump empiezan a recular y matizar al respecto pero todos coinciden en que Netanyahu sale reforzado de su visita a Estados Unidos. El comentarista del diario Haaretz, Yossi Verter, escribe en alusión a su conocido slogan sobre la guerra contra Hamas: “Netanyahu encontró su victoria total en el Despacho Oval. También él sabe que la fantasía de Trump no se hará real pero a nivel político ha nacido de nuevo bajo el patrocinio de las palabras de Trump”.
El aviso de Hamas y la tregua

Hay disparidad de opiniones sobre la influencia del anuncio de Trump en la continuación de la tregua que hasta la fecha ha permitido la liberación de 18 secuestrados hace 16 meses en el sur de Israel (13 israelíes y cinco tailandeses) a cambio de centenares de presos palestinos, el inicio de la retirada militar israelí de Gaza y la reapertura limitada del paso fronterizo de Rafah. Unos creen que no perjudicará la negociación para la segunda y tercera fase del alto el fuego. Otros son más pesimistas al estimar que Hamas podría endurecer sus posiciones. Desde el grupo islamista avisan que el avance del plan de Trump puede influir negativamente en la negociación en Doha aunque como otros actores en la región esperan ver si las palabras de Trump se traducen en planes operativos.

Hamas, que sigue siendo la principal fuerza armada y de control en el paupérrimo enclave tras 15 meses de masiva ofensiva aérea y terrestre, ya ha advertido que no lo permitirá. El presidente palestino Abu Mazen cierra filas con sus aliados árabes en la región ante el plan de Trump asegurando que los gazatíes no se irán de su tierra. Jordania y Egipto, los dos primeros países árabes que firmaron la paz con Israel, ya han mostrado su rotunda oposición al plan y a la acogida de palestinos. Abu Mazen, expulsado por el grupo islamista de la Franja de Gaza en 2007, espera que la ANP vuelva a llevar las riendas del enclave.