Elena Manrique debuta con una sátira antirracista: “En cuanto criticas el capitalismo, te mencionan a Venezuela”
El Diario, , 31-01-2025
Elena Manrique lleva años produciendo cine español. Títulos fundamentales como Celda 211 o El laberinto del fauno. “Productora ejecutiva”, aclara ella cuando se le comenta su trabajo durante tanto tiempo. Lo aclara porque no es lo mismo, y porque a ella “todo lo que tiene que ver con la parte económica, con estar hablando con señores con corbatas”, no le gusta. “Me da pereza”, dice contundente. Uno descubre que esa sinceridad, con un punto de descaro, fresca y divertida, es la que se ha trasladado a su ópera prima, Fin de fiesta, un filme que ganó el premio Pilar Miró al mejor debut español en la pasada Seminci.
Una sátira que puede recordar a Ruben Östlund, pero que ella describe como “una película que comienza como una de Ken Loach y acaba como una de Gaspar Noé”. También con un plano final que es una revisión de Los santos inocentes. Una comedia sobre el encuentro entre una pijaza que encuentra en su finca un inmigrante ilegal. Y ahí comienza un retrato despiadado, pero sin ser maniqueo, de una clase social que confunde la caridad con la igualdad. Que son clasistas, pero que creen que no. Su Carmina maravillosamente interpretada por Sonia Barba es un personaje que dice burradas, pero que nunca es definida como una villana al uso. Al revés, como una persona tan sola que es capaz de agarrarse a ese extraño que entra en su casa.
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