EL CORREO/BILBAO

Más de 5.000 subsaharianos han llegado a Canarias en cayuco a lo largo este mes, una cifra que supera ampliamente el balance de todo 2005 (4.751). Según la Delegación del Gobierno y las organizaciones humanitarias, las islas han recibido más de 19.000 ‘sin papeles’ desde enero pasado, lo que significa que, en sólo ocho meses, el número de extranjeros en situación irregular se ha multiplicado por cuatro respecto al año pasado.

El Ejecutivo canario exigió ayer «una actuación más contundente» para atajar la oleada migratoria. Más de 300 ‘sin papeles’ fueron rescatados en Tenerife y El Hierro desde la madrugada, mientras que otro medio centenar fue localizado frente a las costas de Almería. Se calcula que unos 3.000 africanos han podido morir este año en la travesía a Canarias, un cálculo bastante modesto que se ha realizado a partir de la recuperación de más de 600 cadáveres en el litoral de Mauritania.

Los socialistas se apoyaron en estas cifras para exigir a los socios comunitarios que le ayuden a contener los flujos migratorios, pero Bruselas replicó que los fondos de que dispone son «limitados». Al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, la respuesta le parecio una mera excusa. «Si no hay medios, habrá que adoptar medidas extraordinarias», aseguró.

Los socialistas no sólo reclamaron un acuerdo en el seno de la UE, sino que volvieron a proponer un «gran pacto» nacional para abordar la avalancha de ‘sin papeles’. Este acuerdo contemplaría «más y mejores controles» para interceptar a los extranjeros en situación irregular, pero también políticas de integración para los subsaharianos que están siendo repartidos por toda la Península procedentes de Canarias.

«Más seriedad»

Una decena de ellos aterrizó ayer en el aeropuerto barcelonés del Prat, por donde ya han pasado 842 ‘sin papeles’ desde enero. El alcalde de Tarragona, Joaquim Nadal, de CiU), acusó a la Subdelegación del Gobierno de haberle avisado con un simple fax de la llegada de otros 23 subsaharianos. «El tema se tiene que tratar con mucha más seriedad», declaró.

El Partido Popular está decidido a utilizar la inmigración para desgastar al Ejecutivo de Zapatero. Su presidente, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el inacabable goteo de cayucos ha puesto de relieve – con los incendios de Galicia y el caos del aeropuerto del Prat – el desgobierno del país durante este verano. Desde hace varias semanas, los populares denuncian que la inmigración ilegal no sólo se ha disparado en Canarias, sino que ha repuntado en las fronteras de Francia y en Ceuta y Melilla, aunque estas dos ciudades con cifras muy inferiores.

Respecto a Ceuta, la Policía informó ayer de que más de 150 ‘sin papeles’ han entrado en la ciudad desde Marruecos durante julio y agosto. La mayoría son de origen asiático y no saltaron la valla, sino que probaron suerte desde el mar con pequeñas embarcaciones y motos acuáticas. El ‘salto’ apenas les costó entre 150 y 200 euros, que es la tercera parte de lo que pagan los africanos por subirse a un cayuco desde Senegal o Mauritania.

Las autoridades ceutíes denunciaron que el centro local de internamiento está desbordado por 600 personas. Las quejas también se escucharon en Granada, donde el 40% de los menores extranjeros se escapan de los centros de acogida. Durante la semana pasada fueron detenidos 23 adolescentes, pero no quedan plazas para acogerles.