COLPISA / AFP/HELSINKI / BRUSELAS

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, trasladó ayer a la UE la «decepción» del Ejecutivo español por «la falta de agilidad y de compromiso en la respuesta europea al problema» de la inmigración ilegal, agravado por el aluvión de cayucos a Canarias. De la Vega expresó esta queja en Helsinki a la presidenta de Finlandia, Tarja Halonen, país que asume este semestre la presidencia de la Unión. La representante del Gabinete de Zapatero matizó que se trata de una crítica «con ánimo constructivo para que las cosas funcionen mejor, de forma más eficaz en el corto y medio plazo».

De la Vega aprovechó el encuentro para solicitar a la presidencia de la Unión Europea más recursos para intentar frenar la avalancha de inmigrantes a España. En concreto, reclamó que el operativo de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), un sistema de vigilancia de cayucos por tierra y por mar, se amplíe hasta diciembre y cuente con más barcos y aviones, entre otros medios. A su juicio, es necesario mejorar el patrullaje y el control del salvamento.

La vicepresidenta del Gobierno también adelantó que España emprenderá «una ofensiva diplomática» para que la UE se implique en el control de la inmigración clandestina y este «problema» figure en «todas las agendas» europeas. De la Vega tiene previsto hoy mantener en Bruselas diversos encuentros con responsables de la Unión, con el fin de repasar la situación que viven las costas canarias.

Propuesta conjunta

En este sentido, anunció la convocatoria urgente de una reunión con los países europeos del Mediterráneo para analizar el fenómeno. La cumbre, explicó De la Vega, servirá para formular una propuesta conjunta en materia de control de la inmigración ilegal que se dirige desde África hacia las fronteras del sur de Europa. La fecha y el lugar de la cita aún no se han fijado, pero el Gobierno español quiere que se celebre a partir de la próxima semana.

Por su parte, la Comisión Europea reiteró ayer su voluntad de ayudar a España ante la crisis migratoria que afronta Canarias, e invitó al Gobierno de Rodríguez Zapatero a utilizar al máximo «fondos potenciales» comunitarios disponibles en el área. Esos recursos europeos se refieren no sólo a las operaciones de control de fronteras (Frontex), sino también al programa de diseño de control de fronteras, y las partidas para refugiados y para repatriación de ‘ilegales’.

Pero este apoyo tiene sus limitaciones. «Sabemos de la frustración del Gobierno español, del Gobierno autónomo de Canarias y de los ciudadanos isleños. Estamos haciendo bastante, pero no estamos en posición de detener el flujo de inmigrantes ilegales en forma inmediata», reconoció Roscam Abbing, portavoz del comisario europeo de Justicia, Franco Frattini.

El portavoz recordó que las ayudas podrían mejorar, pero no a corto plazo. Anunció que, a finales del año próximo, la Comisión Europea dispondrá de un nuevo instrumento, ‘Solidaridad’, para el manejo de los flujos de inmigración, así como de un «monto mucho más significativo» para el control de las fronteras externas de los Veinticinco.