¿Qué es lo mejor y lo peor de llevar 20 años en el escenario?
No creo que haya sucedido nada malo. Ha sido un proceso maravilloso. Ha habido palos en las ruedas, pero que te ayudan a rectificar tu rumbo
¿Cómo va a ser ese concierto en el Movistar Arena (antes WiZink) repleto de invitados?
Al final, nos hemos liado la manta a la cabeza y se unieron muchísimos compañeros como Carlos Baute, Chema Rivas, Lérica y otros que no puedo decir. Estamos súper ilusionados, pero no queremos aprovecharnos de nuestros amigos. No vamos a anunciarlos a todos para vender muchas entradas.
¿Nacer en Badalona imprime carácter?
El carácter se forja con los valores de tus padres. Me eduqué en una familia humilde con muchas ganas de progresar, que viene de padres andaluces y manchegos y emigré joven a América a empaparme de todo.
Y, ¿qué pinta un catalán cantando reguetón?
Sentí muchas inquietudes artísticas desde pequeñito y siempre busqué la forma de hacer algo que me diera dinero para dejar de trabajar en cosas que no me gustaban.
¿Cuáles eran?
Trabajar en un almacén cargando cajas. Hasta que me decidí por hacer algo que era la música latina electrónica, que era lo que yo escuchaba. En mi playlist siempre había mucha música latina y urbana. Me pareció que lo más interesante era combinarlo todo y hacer de mi trabajo un hobby. Para mí era maravilloso hacerlo. Y eso me hizo realizarme a nivel personal y a nivel cultural, pero también empezar a ganar algo de dinero.
¿De qué manera se componían aquellos primeros temas?
Pues muy en la intimidad, porque no había tanto Internet. Entonces, era diferente con un teclado o un piano o una guitarra o lo que tuvieras a mano con cuatro acordes. Empezabas a hacer letras de temas universales como era el amor o el desamor o temas triviales que le pueden suceder a diario a cualquier persona para que se sintieran identificadas. Yo trataba de hacer letras que me representaran mucho sin saber que tantas personas se iban a sentir luego representadas
Como catalán que eres, ¿qué tema le dedicarías a Puigdemont?
La ha liado fuerte. Que regrese y que afronte lo que tenga que afrontar para que se estabilice la política en mi querida Cataluña. Que podamos progresar todos igual que están progresando en muchísimas otras comunidades, porque yo no soy entendido en política, pero sí noto que la cosa no está como antes.
De hecho, Madrid se está posicionando muy bien en el turismo y Barcelona se va quedando atrás.
Sí. Cuando voy a Barcelona, lo noto y siento que la vibra de Madrid es mucho más alta. En Madrid está sucediendo ahora de todo y, en Barcelona, no.
¿En qué has sido pionero?
En luchar sin descanso para que progresase la música latina por estos lares en Europa. Mucha gente lo había intentado y yo no es que fuera pionero. Yo luché a capa y espada porque se reconociera y que todos nos diéramos cuenta de que estaba sucediendo una globalización, una migración masiva de millones de ecuatorianos, peruanos, dominicanos, colombianos… Y tarde o temprano, eso iba a formar parte de nuestra cultura.
Esa lucha ha tenido sus frutos. El reguetón ha pasado de ser un género de segunda al que se despreciaba a ser mainstrean totalmente.
Ahora, nos hemos pasado. Ahora sólo se escucha eso y tampoco es positivo. Creo que todas las músicas y todos los géneros deben convivir. La cultura es compartir.
Tus comienzos fueron difíciles y lo pasaste mal con las críticas.
Sí. Me dolía que me trataran de poligonero y de chusma. Yo ya viví ser charnego en mi tierra.
¿Sigue habiendo ese sentimiento de superioridad hacia los charnegos?
Sí. A día de hoy eso ya pasó de moda, pero yo de pequeño viví ser charnego y luego tuve que sufrir en mi profesión que me llamaran de todo, hasta panchito, cuando yo he nacido en Badalona. Decían que era música que traía problemas. Yo con todos mis promotores siempre he trabajado en ambientes súper sanos, alegres y sin problemas. Supongo que lo hacían por miedo a que se derribase su status quo. Entonces tenían que atacarme de algún modo para derribarme y se metían conmigo. Pero me ayudó mucho a ser fuerte.
Luego te nacionalizaste dominicano. ¿Tienes la doble nacionalidad?
Cuando estoy en América soy muy español, porque me gusta mucho alardear de todas las grandes cosas que tiene nuestro país. Y, cuando estoy aquí, me encanta explicarles la cultura de Santo Domingo, porque estoy enamorado locamente de Santo Domingo. Tenemos un lazo muy fuerte que muchas personas se están encargando de quebrantar y de romper.
¿En vez de unirnos nos separan?
Sí, se está polarizando todo. No es de recibo y te podría explicar mil teorías que derribarían la tuya, pero no entro en eso. En lo que sí que entro es que deberíamos fortalecer los lazos entre iberoamericanos, entre España y el resto de América, porque tenemos muchas cosas en común y crecimos juntos.
Opinas que los españoles nos creímos europeos y se nos olvidó que éramos latinos.
Sí. Fue muy bonito pasar a formar parte de Europa abanderando nuestro idioma. Fuimos un imperio gigante que llevó la cultura a todas partes y se nos olvidó. Y ahora cada vez somos más pequeñitos y el último tonto de la UE. Cuando tenemos una potencia increíble en cualquier aspecto: en ciencia, gastronomía, cultura, turismo, en todo… Tenemos que creérnoslo un poquito más
Muchos latinos han votado a Trump en las elecciones. ¿Lo entiendes?
Sí, en Florida, donde viven miles de latinos, van a muerte con Trump. Están los latinos que le votan porque no quieren regresar a lo que pasaba en sus países socialistas. Hay otros de segundas generaciones, que son gringos. Todos tienen la convicción de que es el tipo necesario y más en el momento que estamos viviendo en el que el capitalismo va a mil revoluciones.
Está empezando a deportar a miles de indocumentados en aviones militares.
A mí me sabe fatal. Yo he sido inmigrante en Estados Unidos y en República Dominicana y cuando tú eres la persona que está allí sin documentos, no quieres que te suceda eso. Son normas estrictas y drásticas que has de tomar cuando un país tiene ese flujo de inmigración tan gigante. Y el tipo llegó y lo hizo. Yo es verdad que tengo un corazón un poquito blandito y esas cosas me dan mucha pena, pero mirándolo fríamente entiendo que es lo que tenía que hacer.
El nuevo álbum de Bad Bunny es reivindicativo y habla de la identidad de Puerto Rico. ¿Es posible mojarse en el reguetón y hablar de algo que no sea el sexo?
Es difícil porque la base rítmica del reguetón te da para hablar de cosas triviales que te hagan bailar y disfrutar. Calle 13 lo hizo en su momento. Pero la temática de cada género musical tiene que ser la que es.
¿Te hubiese ido mejor en la industria si te hubieses puesto el disfraz de malote?
No creo. Yo no vendí la imagen de todo lo malo que pasaba en mi barrio, sino que del barrio pueden salir cosas buenas. Y eso motivó a muchas personas a seguir mis pasos y a salir del barrio.
¿Pagaste un precio por ser tú mismo?
Claro. Pero fue perfecto porque así encontré el equilibrio familiar y profesional. Porque si hubiese querido llegar más alto profesionalmente hubiese dejado de hacer un montón de cosas en mi vida, como tener cuatro hijos, una esposa maravillosa y una familia increíble. Eso no lo podría tener a día de hoy si le hubiera dedicado todo el tiempo que requería a la industria.
Tener cuatro hijos en estos tiempos es casi una heroicidad,
Yo tengo mucha ayuda en casa y salimos adelante. Mi mujer trabaja en el teatro, yo trabajo en lo mío y necesitamos que nos ayuden.
No has permitido que corrompiesen tu imagen. ¿Has visto cómo sucedía con otros?
Sí, y a veces no se acuerdan de que la dignidad es lo único que tenemos. Y muchas veces por ganar un poquito más cantan letras que no les hacen falta. Yo entiendo que la gente joven está haciendo una corriente nueva, pero hay otros artistas a los que ya no les hace falta eso.
He leído que no dejas que tus hijos escuchen determinadas letras de reguetón porque son muy explícitas sexualmente.
Al final no puse barreras, pero les dije que en mi presencia no lo hicieran. No me parece mal que los artistas digan lo que quieran, pero yo tengo que regular el contenido que consumen mis hijos.
¿Cuál es tu principal defecto?
Tengo muchos tocs, un trastorno obsesivo compulsivo por cualquier cosa. No puedo ver nada mal puesto y es un lío. Es un defecto muy grande porque me pongo nervioso con las personas que han movido cosas y, a veces, les hablo mal.
¿Qué es lo que te quita el sueño?
Mi familia, mis hijos, sobre todo mi madre y mi padre, mi familia en general. Eso es lo único que me quita sueño.
¿De qué fracaso aprendiste más?
Confiar plenamente en personas que luego me han fallado muy feamente. Pero no lo he aprendido porque sigo confiando en ellas. Soy muy malo y tropiezo con la misma piedra muchas veces. Me he llevado muchas decepciones con muchas personas y me supongo que ellas se las habrán llevado conmigo. Eran negocios, no creo que fuera nada personal.