Uno de los cuatro polizones que llegaron en un barco al Puerto de Bilbao, donde permanece atracado desde hace una semana, pudo salir ayer del buque al confirmar los informes médicos solicitados por la Subdelegación del Gobierno de Vizcaya que padece serios problemas de salud. El inmigrante fue trasladado a un centro sanitario, donde permanecerá, según fuentes de la Administración central, «hasta que su salud mejore, pudiendo volver al barco si este zarpa después de que el joven salga del hospital». La embarcación partirá del puerto bilbaíno cuando solucione las 40 infracciones que le impiden su navegabilidad. En el momento que cumpla todos los requisitos «zarpará rumbo a Rotterdam», señaló un portavoz de la Subdelegación.

El Comité de Ayuda al Refugiado en Euskadi, CEAR, solicitó al Gobierno central la admisión en el país de los tres inmigrantes por razones humanitarias y con carácter excepcional al considerar que los polizones no están en condiciones para continuar en el barco. Frente a las pruebas médicas realizadas al inmigrante ahora ingresado, las efectuadas a sus dos compañeros «no eran concluyentes y tenían que repetirse», detallaron desde la Administración central. La decisión definitiva sobre estos dos polizones se conocerá hoy. CEAR declaró ayer a este periódico que «la Subdelegación no nos ha notificado nada» y detalló que su petición de admitir a los inmigrantes en el país por razones humanitarias «no ha sido concedida».

Los polizones viajan desde el pasado 16 de abril en el barco, con bandera de las Islas Marshall. Pese a las escalas en diferentes puertos de la Unión Europea, como Italia o Portugal, no habían recibido ningún tipo de asistencia jurídica. España ha sido el único país en que han podido ejercer su derecho a solicitar asilo, lo que ha propiciado, según CEAR, el desembarco de un cuarto polizón , procedente de Burundi, cuya solicitud ha sido admitida a trámite y está siendo estudiada.