La Policía Nacional ha liberado a nueve mujeres víctimas de explotación sexual en una operación en la que han detenido a diez personas. Las autoridades han desarticulado un grupo criminal transnacional que obligaba a las víctimas a prostituirse durante las 24 horas del día en dos viviendas de Alacant.

Las condiciones de las residencias donde dormían las víctimas eran deplorables, con habitaciones pequeñas que carecían de ventilación y luz natural, y que debían ser compartidas entre varias mujeres. En algunas se observaban a simple vista las humedades.
Entre los detenidos se encuentran el presunto líder de la organización y su hijo, que gestionaba empresas pantalla para el cobro derivado de la explotación sexual. Además, era dueño de uno de los inmuebles de la red, según un comunicado de la Policía Nacional.

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Los agentes han intervenido en los registros una pistola detonadora con 50 cartuchos de munición, 4.550 euros en efectivo y ocho datáfonos usados para procesar pagos. Han encontrado, también, 20 gramos de cocaína, una motocicleta, una báscula de precisión, 75 pastillas potenciadoras del rendimiento sexual, cinco cronómetros, nueve teléfonos móviles y abundante documentación vinculada con la explotación sexual de las víctimas para el manejo económico de la red.

Las víctimas, en situación de vulnerabilidad, eran controladas constantemente por encargadas que las monitorizaban con cámaras de videovigilancia. Además, en uno de los inmuebles donde eran obligadas a prostituirse, las víctimas eran “mostradas” a los que consumían y perpetraban la explotación sexual, principalmente a través de un mando a distancia que hacía sonar un timbre situado en la zona donde dormían.

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Foto de archivo de un dispositivo policial en Huelva.
Durante la investigación, los agentes pertenecientes a la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (UCRIF) descubrieron que una de las mujeres había adquirido una deuda de 4.000 euros con el grupo criminal, lo que le impedía abandonar las viviendas hasta saldarla.

La organización se encargaba de gestionar todo el proceso de traslado, incluyendo billetes de avión, reservas de hotel y cualquier trámite relacionado, así como instruir a las víctimas para que declararan que eran turistas si las interrogaban las autoridades fronterizas.

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Imagen de archivo de un vehículo de la Policía Nacional.
En la operación han sido detenidos cuatro hombres y seis mujeres, de entre 26 y 64 años. Dos de los arrestados contaban con antecedentes policiales.

El material aprehendido “evidencia el alto grado de organización y el alcance de las actividades delictivas desarrolladas por esta red, que utilizaba métodos sofisticados para maximizar los beneficios obtenidos de la explotación de las víctimas”, según ha indicado la nota de prensa.