Las autoridades canarias aseguraron ayer que son ya 496 el número de cadáveres de emigrantes recuperados del mar por los servicios de rescate españoles y por países como Mauritania, Senegal y Cabo Verde. El dato fue ofrecido ayer por la Consejería canaria de Inmigración y fue recordado por el portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, en la Diputación Permanente del Congreso. La cámara aprobó, con el apoyo de todos los grupos, la comparecencia extraordinaria, el próximo jueves, del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, solicitada por PP, ERC y EA. La comparecencia del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, se producirá, por vía ordinaria, la próxima semana.

EFE. LAS PALMAS/MADRID.

Las autoridades canarias reconocen que es imposible conocer el número de personas fallecidas en su intento de alcanzar las costas canarias. La única cifra conocida son los 496 cadáveres recuperados del mar «manifestados por autoridades de países como Mauritania, Senegal y Cabo Verde», además de las españolas. Sin embargo, la cifra puede ser muy superior, aseguró el viceconsejero de Asuntos Sociales e Inmigración canario, Froilán Rodríguez.

Como argumento de ese parecer, el responsable autonómico dijo que varias ONG que trabajan en la asistencia social en países de los que parten africanos rumbo a Canarias, «incluida la Luna Roja», estiman, según «cálculos conservadores y hechos tratando de no ser alarmistas, que los muertos en el camino son al menos 3.000 personas».

«Un cementerio»

Esa cuenta la han hecho explicó a partir de una experiencia en el lugar que les ha llevado a dar por cierto, «que uno de cada cuatro o uno de cada tres de los cayucos que salen de aquellas costas no llegan a Canarias, se pierden por el camino».

En consecuencia, Froilán Rodríguez reiteró su llamamiento a las autoridades nacionales e internacionales para que se impliquen en «atajar lo que, antes que nada, es un drama humanitario de enormes dimensiones».

En el debate en el Congreso, los grupos de CiU, ERC y PNV pidieron un pacto de estado. El diputado canario Paulino Rivero expuso que el Atlántico se está convirtiendo en un «cementerio». En su turno, añadió que la política de inmigración «tiene que cambiar de rumbo; es desacertada y hace aguas» y recordó los 18.500 inmigrantes llegados en lo que va de año.

La diputada del PP María Salom mostró la disposición de su grupo a «hablar y colaborar» con el Gobierno para hacer frente a este problema, pero fue especialmente crítica. «Estamos ante un ejemplo del caos del Gobierno, más preocupado por la memoria histórica, que en el presente y futuro de los españoles; hay más muertes que nunca, hay más llegada de inmigrantes que nunca, y hay más ciudadanos irregulares que nunca», afirmó.