El PSOE y los grupos minoritarios apoyan un pacto de Estado sobre inmigración
El PP se muestra escéptico sobre la voluntad de diálogo del Gobierno Guerra de cifras en cuanto al reparto de irregulares por los centros peninsulares
Diario Sur, 29-08-2006P. DE LAS HERAS/COLPISA. MADRID
El PSOE y los grupos minoritarios se mostraron ayer partidarios de firmar un pacto de Estado que permita alejar el debate sobre la inmigración de las luchas partidistas. El portavoz socialista en la comisión de Interior, Antonio Hernando, recordó que éste es un fenómeno con el que tienen que lidiar todos los países ricos que hacen frontera con regiones pobres. «Va a ser muy fácil atacar al Gobierno, pero también muy demagógico y muy irresponsable», advirtió. De este modo, coincidió con CiU, ERC, PNV y Coalición Canaria en la necesidad de un consenso global.
La Diputación Permanente del Congreso se reunió ayer para decidir sobre las solicitudes del PP y de Esquerra para que comparezcan ante la Cámara Baja el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera; el de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. Ambos grupos pretendían que explicaran su actuación ante la ‘crisis migratoria’ que vive el país. Rubalcaba acudirá al Congreso el próximo jueves y Caldera lo hará la semana próxima. Pero lo harán a petición propia. El resto de las comparecencias fueron rechazadas por los socialistas.
En cualquier caso, la sesión sirvió para que las distintas formaciones pusieran sobre la mesa su visión sobre un problema que, de acuerdo con el propio PSOE, desborda al Ejecutivo. Hernando defendió la gestión del gabinete de Zapatero y aseveró que está haciendo «lo mismo que otros» países que luchan contra la inmigración clandestina. Pero se mostró pesimista. «No se trata de las gestiones de los Gobiernos; sino de que hay diferencias entre los países ricos y pobres», sentenció.
Conforme con este análisis, recogió el guante lanzado por el portavoz adjunto de CiU, que abogó por reunir a partidos, comunidades autónomas, ayuntamientos y asociaciones en torno a un pacto de Estado similar al pacto de Toledo. De un modo u otro, el resto de las formaciones dejaron ver su disposición al diálogo.
El primer partido de la oposición no respondió de forma directa a la oferta de consenso. Sin embargo, la portavoz adjunta de la formación en el Congreso, María Salom, se mostró escéptica sobre la verdadera voluntad del Ejecutivo. A su juicio, es indudable que el problema de la inmigración ilegal tiene «múltiples causas». No obstante, aseveró que «Zapatero es el responsable de haberlo agravado de un modo exponencial e irresponsable».
El PSOE y el PP se enzarzaron además en una guerra de cifras a cuenta del reparto de inmigrantes irregulares en centros de la Península.
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