Un centro insalubre acoge a los inmigrantes en la isla de El Hierro

El Centro de Acogida Temporal de la isla rozó en la segunda semana de enero su capacidad máxima con cerca de 800 ocupantes

La Razón, Borja Méndez, 21-01-2025

La llegada de cayucos a Canarias en las primeras semanas de 2025 no ha cesado. El Centro de Acogida Temporal de Inmigrantes de El Hierro ha llegado a estar al máximo de su capacidad con cerca de 800 personas, que están vigiladas tan solo por cuatro agentes de la Policía Nacional. LA RAZÓN ha accedido a las imágenes de la infraestructura habilitada para este cometido. Los funcionarios denuncian las condiciones precarias e insalubres y los problemas de seguridad con los que tienen que desarrollar su labor cada día.

El protocolo de actuación de estos agentes es prácticamente mecánico ante el desembarco incesante de estas embarcaciones. En primer lugar se produce la recepción en el muelle de la Restinga. La asistencia sanitaria se lleva a cabo por Cruz Roja mientras que los policías de Extranjería proporcionan a estos inmigrantes pulseras con identificación y numeración. Después, ya son trasladados en autobús al Centro de Acogida Temporal para Extranjeros (CATE).

El máximo de capacidad del CATE

A pesar de que El Hierro no es demarcación de Policía Nacional son estos efectivos los que se encargan de la seguridad y la custodia de los centenares de ocupantes de los cayucos de Canarias. Los policías realizan cacheos a estas personas, les retiran sus pertenencias y las embolsan y numeran con un número de patera y el número de pulsera.
Uno de ellos es que hay problemas por la calefacción en las carpas. El calor muchas veces solo está en los recintos donde se congregan las familias. Por ello, muchos de los hombres se introducen en estos lugares y son un foco de discusiones y reyertas que tienen que frenar los cuatro policías que están de servicio. Un número deficiente y escaso, según estas mismas fuentes.

Radiografía de los ocupantes de las pateras

Y es que la falta de recursos en número de efectivos provoca que no puedan desarrollar su trabajo con “seguridad” y con las “garantías” correspondientes. La radiografía actual del CATE refleja la situación que padecen los funcionarios ante una de las mayores crisis migratorias de los últimos años que no cesa.

La capacidad total de este centro es de 800 inmigrantes aunque ha llegado a tener hasta 1.200 en las primeras oleadas masivas de pateras. En su interior también hay carpas “unifamiliares” en las que se distribuyen cuatro familias por cada una de ellas. Quorum es la ONG que se encarga de gestionar las necesidades del centro.

En el caso de los menores se trasladan al CATE el tiempo mínimo imprescindible para documentarles mediante ficha identificativa. Pasan luego a las ONG, que se encuentran desbordadas y no rechazan a ningún menor. Fuentes policiales consultadas por LA RAZÓN enumeran los problemas que se encuentran estos agentes para desarrollar su trabajo.

Actualmente, el centro de El Hierro dispone de 38 carpas habilitadas para el alojamiento de los inmigrantes y otras cinco para las unidades familiares. Los agentes de la Policía Nacional han detectado que en las últimas fechas los países de donde provienen estas personas son Gambia, Senegal y Nigeria. También se han localizado que están entrando pakistaníes e iraníes, según fuentes policiales a LA RAZÓN.
Asimismo, el tiempo máximo que puede estar las instalaciones del CATE vacías, no llega a las 48 horas. “La carga de trabajo es descomunal”, señala uno de estos efectivos policiales. Tienen que lidiar con la entrada semanal de 3 a 5 pateras y cada cayuco con aproximadamente 200 inmigrantes. El 99% son adultos, de ellos el 95% son hombres.

Los agentes creen que existe una “pérdida de seguridad” en el lugar habilitado por la falta de medios o las deficiencias que tienen los que están a su mano. El material de prevención y protección higiénico-sanitario es escaso y el que se dispone ha sido donado por la unidad de Protección Civil.
Una situación de riesgo para policías e inmigrantes

Estos equipamientos no son aptos, a juicio de los intervinientes, para la función y labor policial. Otro de los focos de riesgo es que existe un estado de “precariedad, deterioro e insalubridad de riesgo” en el CATE en general. “Es crítico para la salud tanto de los policías como de los inmigrantes”, remarcan.

Uno de los aspectos que más quejas presenta es que los policías van en comisión de servicio a estos puestos con matices “creados por la cúpula de la superioridad” que no son “nada favorables para sus derechos”. Estos agentes reciben presuntamente coacciones si protestan en su no renovación porque detectan la falta de “directrices claras, concisas y escuetas”.

Cabe recordar que las labores policiales de seguridad y custodia las prestan en la isla de El Hierro donde no tienen competencias y por ello carecen de las dependencias policiales adecuadas para el desarrollo de su labor. En este sentido, el sindicato JUPOL viene demandando y solicitando la actualización del catálogo de trabajo en las Islas Canarias para que se aumente y se adapte a la tipología delictiva actual. Este aspecto no se actualiza de forma integral desde al año 2008.

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