Por si hubiera pocas polémicas en torno al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su asesor el magnate Elon Musk ha añadido la última al realizar un saludo con el brazo que se ha identificado como nazi.

El magnate, encargado de recortar el gasto público en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) creado por Trump, ha sido una de las estrellas invitadas al mitin que se ha llevado a cabo en el estadio Capital One Arena tras la toma de posesión del nuevo mandatario.

En su intervención, no exenta de histrionismo, se ha mostrado primero entusiasmado por los planes de Donald Trump de enviar el ser humano a Marte.

«¿Se imaginan lo maravilloso que será que los astronautas estadounidenses planten la bandera en otro planeta por primera vez? ¡¿Qué inspirador sería eso?!», ha exclamado mientras simulaba plantar dos banderas a su ldo..

«Llevaremos DOGE a Marte», ha bromeado el hombre más rico del mundo, consejero delegado de la empresa aeroespacial SpaceX.

Al concluir su discurso, y agradecer al público que haya hecho posible la victoria de Trump, se ha llevado la mano al corazón y, acto seguido, ha levantado con firmeza el brazo hacia el cielo, en un gesto que medios de comunicación y usuarios en redes han interpretado como un inconfundible saludo nazi. «Mi corazón está con ustedes», ha añadido.

Y lo ha hecho dos veces; una hacia el público que estaba enfrente y otra después, al girarse hacia quienes estaban a sus espaldas.

Más allá del saludo, Musk ha apoyado sin reparos a la ultraderecha alemana Alternativa para Alemania, AfD.

El magnate, que desde la campaña tiene una estrecha relación con Trump, ha sido uno de los invitados especiales en la ceremonia de investidura celebrada dentro del Capitolio, en un espacio reducido, junto a los dueños de las grandes tecnológicas del país.

La historiadora Claire Aubin, especialista en el nazismo en Estados Unidos, ha considerado que el gesto de Elon Musk ha sido efectivamente un «sieg heil», el saludo nazi. «Mi opinión profesional es que ustedes están en lo cierto», ha dicho en X a las personas que interpretaron este saludo a la multitud como una alusión abierta a los nazis.

«Bueno, no tardó mucho», ha criticado en X el congresista demócrata Jimmy Gómez.. Otra historiadora y experta en fascismo, Ruth Ben-Ghiat, también ha afirmado en X que «fue efectivamente un saludo nazi, y bastante agresivo además».

Algunos periódicos extranjeros, como el israelí “Haaretz” y el británico “The Guardian,” han afirmado que el multimillonario estadounidense «parecía» haber hecho un saludo «fascista» o «de estilo fascista».

«Parece como si hubiera estado conteniéndolo por un tiempo y finalmente pudo dejarlo salir» ha señalado la excongresista demócrata Cori Bush en X. «Como si hubiera practicado frente al espejo para encontrar el ángulo exacto», ha añadido.

Para el historiador Aaron Astor, el saludo del multimillonario no debería catalogarse de nazi. «Es una señal con la mano socialmente incómoda de un hombre autista donde le dice a la multitud ‘mi corazón está con ustedes’.