La inmigración y la Inteligencia Artificial (IA) son dos de los aspectos más reseñables en el medio y largo plazo también en Gipuzkoa. Como también lo es la Educación, condicionado por ambas. En este segundo capítulo de la encuesta elaborada por Gaia en coordinación con Mondragon Unibertsitatea, NOTICIAS DE GIPUZKOA pondrá el foco en los resultados obtenidos en relación a estos tres aspectos.

Gipuzkoa es un territorio en el que predomina una visión positiva sobre la inmigración. Un 62% la considera positiva en términos generales. Pero también es cierto que en cuestiones tan sensibles y dadas a la corrección política, el hecho de que un 35% de la población augure abiertamente problemas a futuro como la falta de seguridad y las dificultades de integración, es un dato que no se puede pasar por alto.

Muchos de ellos se sitúan en la importante bolsa de personas, casi un tercio de la población, que se posiciona neutra cuando se le pide que valore la convivencia de diferentes culturas en nuestros municipios o nuestro territorio.

La competencia por los recursos públicos y las dificultades de integración son las principales preocupaciones de una Gipuzkoa amable con la inmigración
Se valora mejor el impacto económico de la inmigración (el 65% de la población cree que es buena) que el de la convivencia (58%), aunque en ambos casos hay un 9% de guipuzcoanos que valora ambos indicadores de forma negativa, pero se eleva hasta el 21% el porcentaje de personas que piden restricciones más severas con la inmigración. Son minoría frente a un 58% que apoya una política inclusiva.

Entre la mayoría que ve con buenos ojos la inmigración, destacan aspectos como el enriquecimiento cultural (45%) y la contribución económica (38%) que realizan las personas migrantes en nuestro tejido económico. De hecho, un 65,1% considera que es bueno para la economía de Gipuzkoa que gente de otros países venga a vivir aquí.

Encuesta Gipuzkoa gráfico inmigración y multiculturalidad
Encuesta Gipuzkoa gráfico inmigración y multiculturalidad

Si se echa la mirada al frente, un 65% de los guipuzcoanos vislumbra una “integración y convivencia” a futuro con las personas migrantes, frente a un 35% que augura problemas.

La visión más extendida es que “las relaciones cotidianas ampliarán los matrimonios mixtos, el vivir juntos, y la convivencia. Así lo cree un 35,2% cuando se le pregunta por la opción más probable entre cuatro alternativas posibles en relación a la inmigración y la multiculturalidad.

La segunda opción más elegida (29,9%) como escenario más probable es que de manera espontánea, cuando menos lo esperemos, “encontraremos fórmulas que permitan la tolerancia mutua.

El 9% de la población guipuzcoana valora de forma negativa la inmigración a nivel general
Pero también hay un 23,8% de la población guipuzcoana que dice que “se agravarán los problemas de seguridad a causa de la negligencia política y social. Y un 11,1% que considera que “en un futuro muy próximo se revelarán los aspectos adversos e indeseados de la multiculturalidad, entre los que se citan el idioma, la religión y los sentimientos de pertenencia.

Entre quienes son recelosos, las principales preocupaciones son la competencia por recursos públicos (41%) y dificultades de integración (37%).

Prioridades en Educación
La Educación es una herramienta esencial en nuestra sociedad. Un 78% de los guipuzcoanos identifica la educación como clave para el desarrollo social y económico. El “respeto”, sobre todo, y la “empatía” son los dos principales valores para los y las guipuzcoanas. Por encima de la responsabilidad, la honestidad o el esfuerzo. Y ocho de cada diez personas consideran que los “itinerarios formativos del alumnado deben priorizar su elección personal” por encima de las necesidades.

El respeto sobre todo y la empatía son los valores preferidos para el sistema educativo; por delante de la responsabilidad, la honestidad o el esfuerzo
La mayoría de los encuestados se decantan por un modelo educativo mixto: “una mezcla de lo que yo recibí con nuevos conocimientos y fórmulas de aprendizaje (64,6%)”. Y entre el resto, son más los que prefieren un modelo innovador: “que sea muy diferente a lo que he podido recibir yo mismo en mi edad escolar (así lo manifiesta un 20,3%); que aquellos que abogan por un modelo “tradicional”, a semejanza de lo que recibimos décadas atrás. Por esta última opción se decanta un 15% de la población.

Sí existe en el ámbito educacional una preferencia mayoritaria hacia una “mayor equidad escolar” en beneficio de unos itinerarios formativos y laborales más justos y rentables para las personas más desfavorecidas socialmente. Así lo manifiesta el 82,9% de la población.

La mayoría, un 67,4%, es partidaria de la igualdad de oportunidades y de afrontar la segregación escolar, aunque las medidas requeridas afecten a sus preferencias y estrategias familiares; pero del mismo modo, hay un 15,5% de personas que se opone a esta idea.

Precisamente la equidad (para el 52% de las personas) y la modernización tecnológica (47%) son “prioridades clave”, aunque persisten desafíos como la modernización y la reducción de las ratios alumno-docente. De hecho, un 55% propone inversiones en tecnología educativa y un 41% en mejorar la ratio profesorado-alumnos.

La mayoría valora la capacidad transformadora de la Inteligencia Artificial, pero un tercio de la población teme que se haga un mal uso de ella
Compitiendo con máquinas
Aunque bien recibidos, los avances tecnológicos generan preocupaciones sobre automatización (así lo destaca el 54% de los guipuzcoanos) y brecha digital (49%). Esa es la conclusión global sobre las respuestas arrojadas a las preguntas relativas a tecnología e Inteligencia Artificial.

Un 71% percibe los avances como positivos, con mayor aceptación entre jóvenes (78%) y menos entre los mayores de 65 (55%), como parece lógico. Y en concreto, un 75,4% de las personas ve probable que las máquinas, programas informáticos o la Inteligencia Artificial (IA) en sustituyan o superen a las personas en la mayoría de los trabajos. Seis de cada diez personas creen que la IA es una herramienta transformadora, pero un tercio de la población teme que se haga un mal uso de ella.

Un 75% de las personas ve probable que las máquinas o la IA sustituyan o superen a las personas en la mayoría de los trabajos
Un 62,8% considera que las nuevas tecnologías sustituirán el trabajo rutinario, sea manual o intelectual, y que crecerán los empleos no rutinarios. Y es mayoritaria (51%) la opinión de que las innovaciones en las formas de producir expulsarán a la gente del mercado de trabajo, pero facilitarán y mejorarán el acceso a bienes y servicios.

Sobre todo, un 73,3% piensa que las mejoras tecnológicas permitirán que los humanos trabajemos menos y aumentará la producción y el consumo. Pero la gran mayoría cree (76,6%) que el futuro del empleo y los salarios dependerá de las decisiones políticas que se tomen y no tanto de las tecnológicas per se.