Moufdi Kamel (Tánger, Marruecos, 1966) llegó hace 30 años al País Vasco, donde se doctoró en Química. Tiene experiencia como educador de menores no acompañados en Euskadi y es una voz autorizada para hablar de esa creciente interculturalidad en las aulas vascas, tema que trató en una conferencia organizada por Mondragon Unibertsitatea como representante de Biltzen, el servicio vasco de Integración y Convivencia Intercultural.

– Cada vez hay más niños extranjeros en las aulas vascas. ¿Cuál es el gran reto del departamento vasco de Educación en este asunto?

– Si nos ceñimos a los colegios, creo que habría que fijarse en los proyectos curriculares para introducir aspectos interculturales. Además, como sociedad, debemos potenciar más la participación de las familias que son culturalmente diversas, pero no solo en el ámbito educativo, si no en general.

– ¿Siente que la sociedad vasca discrimina o margina a los colectivos extranjeros?

– No hablaría de marginación… Pero sí que percibo un desencuentro. Le digo más. El centro escolar suele ser muchas veces el único punto de encuentro entre las familias, autóctonas o de origen extranjero. ¡Tenemos que potenciar esos encuentros! La integración de la población migrante es algo que nos interpela a todos.

– ¿Por qué cree que hay tanta segregación escolar en Euskadi por origen migrante?

– No lo sé. La radiografía de este tema la tiene el departamento de Educación, que es quien debería actuar.

– ¿Han pedido desde Biltzen que Educación haga algo para frenar esta segregación?

– Sí, claro. Desde hace años hemos solicitado medidas para que esto no se produzca. Lo estamos alertando y creo que a las familias que vienen de fuera habría que acompañarlas más a la hora de hacer las inscripciones, porque algunas no conocen bien el sistema educativo.

– ¿A qué se refiere?

– A que algunas van a un determinado colegio porque ahí están sus amigos, su colectivo, su comunidad… Los autóctonos hacen lo mismo, eh.

– ¿Un sistema educativo con bajos niveles de segregación escolar es sinónimo de buenos resultados?

– Así es. Está demostrado que cuanta más mezcla haya en las aulas, los resultados académicos son mejores. Cuando nadie se queda atrás, cuando nadie sale perjudicado… Todo es mejor.

– ¿Le preocupa que haya racismo en las aulas vascas?

– Es algo que hay que cuidar mucho, y desde Biltzen hacemos mucho trabajo de prevención y estamos muy pendientes de posibles casos de discriminación.

– ¿Cuál es la labor de Biltzen para facilitar la integración de estos estudiantes?

– Intentamos cubrir muchos frentes, y por ello diseñamos diversos protocolos que sirven de orientación para los colegios, las administraciones, los ayuntamientos… Buscamos también la solidaridad ciudadana, porque no me canso de repetir que este es un tema que interpela a todos.

– ¿Qué pide a los profesores?

– Que sigan atendiendo a estos chicos y que se preocupen de sus situaciones personales, de cómo es su barrio, de qué trabajan sus padres, si a nivel emocional están equilibrados…

– ¿Cómo puede ayudar esta creciente interculturalidad?

– Creo, honestamente, que de muchos modos. A nivel cultural, demográfico, económico… Es una gran oportunidad para que Euskadi se enriquezca.