El segundo teniente de alcalde y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valencia, Juanma Badenas, compareció para declarar como investigado por un presunto delito de odio en el juzgado de instrucción número 7 de Valencia y denunció que existe una “persecución política” contra él por sus opiniones.

El líder municipal de Vox está siendo investigado por atribuir falsamente un asesinato cometido el pasado mes de julio a una persona migrante cuando el autor, detenido horas después, era un ciudadano español con antecedentes penales. Badenas, a raíz del crimen, compareció ante los medios para asegurar que la vida del asesinado “seguramente no habría dejado de existir si su presunto asesino no hubiera entrado en España”.

Esas palabras, que Badenas reconoció ante el juez que eran suyas, fueron denunciadas ante la Fiscalía por el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, Borja Sanjuán, por “promover la hostilidad” hacia el colectivo migrante, y la Sección de Delito de Odio abrió la investigación.

Según ha podido saber El Mundo, el teniente de alcalde, que sólo respondió a preguntas de su abogada, quiso aclarar ante el juez que no tiene nada en contra del colectivo inmigrante y que se limitó a recoger en esas palabras las informaciones que le habían llegado a través de hasta diez medios de comunicación en el ejercicio de su libertad de expresión y, por eso, su abogada solicitó el archivo de la causa.

Badenas compareció de manera telemática acogiéndose, según fuentes consultadas, a la Ley de eficiencia procesal y, al comparecer en calidad de teniente de alcalde, pudo hacerlo desde su despacho en el Ayuntamiento de Valencia sin necesidad de motivar la razón por la que no comparecía físicamente ante el tribunal.

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Después compareció en la sala de prensa municipal para denunciar que existe una “persecución política” contra él. Mostró su libro “Contra la corrección política” y aseguró sentirse protagonista de la portada, en la que aparece un hombre con la boca cerrada por una cremallera. “Desde hace varios meses soy objeto de una persecución política por motivos ideológicos. Se trata de limitar mi libertad de expresión y la de otras personas que piensan como yo, para que el discurso y el pensamiento sea único y que todo el mundo diga lo mismo. Pero no nos vamos a limitar nunca, vamos a seguir diciendo lo que pensamos y ejerciendo la libertad de expresión a toda costa, incluso aunque usen los poderes del Estado contra nosotros”, explicó.

Aseguró que había explicado “gustosamente” al juez que lo que dijo el 31 de julio “no fue ni más ni menos que lo que dijeron los medios de comunicación el día anterior y esa misma mañana. Tengo constatados al menos 10 medios de comunicación, de manera que cuando solo se presenta una denuncia contra una sola persona y no contra todos esos medios, y se presenta por parte de un partido político, estamos ante una persecución política”.

Badenas insistió en que se basó en lo publicado por los medios. “Ellos tienen la obligación de contrastar y dar información veraz. Yo me fio de lo que dicen los medios. Pensaba que decían la verdad”.

El portavoz socialista, Borja Sanjuán, ha lamentado que Badenas “no se haya atrevido a dar la cara, con lo valiente que era para lanzar bulos racistas” y haya comparecido de manera telemática mientras alerta sobre una “supuesta invasión racista que únicamente está en su cabeza”.
“Lo peor es que se permita que una persona así esté de teniente de alcalde. No es vergonzoso para Badenas, que no tiene vergüenza ni la conoce, sino para la ciudad. Me duele mucho tener a un teniente de alcalde declarando por bulos racistas y a una alcaldesa que lo protege, nosotros con ese señor no iríamos ni a la vuelta de la esquina”, ha concluido.

Por su parte, la portavoz de Compromís, Papi Robles, también apuntó a María José Catalá. “Lo más grave es que la señora Catalá esté permitiendo que tengamos un teniente de alcalde que está imputado por delitos de odio, que continúe con su asiento en el gobierno y que siga gestionando esta ciudad”.