La oleada de cayucos rumbo a Canarias deja 3.000 muertos en el Atlántico

La Razón, 29-08-2006

Madrid – El drama de la inmigración ilegal sigue dejando cifras y datos
espeluznantes, difíciles de digerir a este lado del cayuco. La última la
ofreció ayer en el Congreso de los Diputados el portavoz de Coalición
Canaria (CC), Paulino Rivero, que aludió a las estimaciones de diversas
ONG para señalar que uno de cada cuatro cayucos que salen de las costas
africanas rumbo a Canarias desaparece por el camino. Según sus cálculos,
los naufragios han supuesto la muerte de 3.000 inmigrantes en lo que va de
año, un terrible peaje «que está convirtiendo el Atlántico en un
cementerio». Rivero también recordó que ya se han recuperado 496 cadáveres
y que sólo en agosto han llegado a las costas canarias más «sin papeles»
que en todo el año pasado. «Sectarismo» en los traslados Tanto Rivero como
sus compañeros de la Diputación Permanente acudieron ayer a la Cámara Baja
para decidir sobre las peticiones de comparecencia de varios ministros a
cuenta de la gestión de la avalancha migratoria. La reunión quedó un tanto
descafeinada el pasado viernes, cuando Teresa Fernández de la Vega anunció
que los titulares de Interior y Trabajo acudirían a la Carrera de San
Jerónimo para dar explicaciones. Así las cosas, sus señorías se limitaron
a aprobar la comparecencia extraordinaria de Rubalcaba este jueves
- Caldera acudirá la próxima semana – y fijar posturas ante los debates que
vendrán. La más crítica fue María Salom (PP), para la que el proceso de
regularización impulsado por el Gobierno ha convertido a España «en el
coladero de Europa». Salom también criticó la ausencia de repatriaciones y
el «sectarismo» en el traslado de inmigrantes a comunidades del PP. Más
comedidos se mostraron el resto de grupos, que abogaron por un pacto de
Estado que englobe a agentes sociales y partidos y saque la inmigración de
la confrontación política. Y es que, según Josep Sánchez Llibre (CiU),
«España está ante un problema muy gordo y necesita soluciones de gran
envergadura». No obstante, hubo toques de atención por parte de Joan
Puigcercós (ERC), convencido de que el Gobierno «está fallando por
relajación y falta de previsión», y del canario Rivero, que exhortó al
Ejecutivo a «cambiar el rumbo» de una política de inmigración «desacertada
y que hace aguas». Por su parte, Antonio Hernando (PSOE) recogió el guante
del pacto de Estado y acusó a los populares de no querer el consenso «para
ganar votos fáciles». Y mientras los diputados calientan motores ante el
inminente comienzo de la actividad parlamentaria, la vicepresidenta del
Gobierno viajará hoy a Finlandia y después Bruselas para buscar una mayor
implicación de la UE en el problema. El ministro de Exteriores, Miguel
Ángel Moratinos, confía en que De la Vega consiga «medidas específicas y
concretas, como en su última visita», informa Efe.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)