Los inmigrantes evitan un retroceso de la economía
El PIB hubiera caído seis décimas desde 1995, según Caixa Catalunya
La Razón, 29-08-2006C. R.
Madrid – La población inmigrante ha contribuido en los últimos años a la
creación de riqueza no sólo de España, sino de toda la Unión Europea.
Según el informe semestral elaborado por Caixa Catalunya, el Producto
Interior Bruto (PIB) per cápita de nuestro país creció en el periodo
comprendido entre 1995 y 2005 un 2,6%. Sin embargo, la entidad financiera
advierte que si la población española no hubiera aumentado, como
consecuencia del fenómeno de la inmigración, la economía española no sólo
no hubiera avanzado menos, sino que habría retrocedido seis décimas en la
última década.
Aunque este fenómeno se da con mayor
intensidad en España, también afecta a la mayoría de países comunitarios.
De hecho, la aportación de los «extranjeros» al PIB europeo ha sido de 2
puntos por año desde 1995. Como en el caso español, si se excluyese el
efecto de la inmigración, se produciría un descenso de la actividad de dos
décimas anuales, que contrasta con el avance real que registra la economía
del Viejo Continente, y que se sitúa en del 1,8%. Esta misma situación se
repite si se traslada de forma individual a cada uno de los países de la
UE.
España es el país comunitario que más ha visto incrementada su
población en términos absolutos en los últimos ejercicios. Desde 1995, el
incremento de los residentes en España ha sido de 4,1 millones de personas.
Asimismo, el informe refleja que el ritmo de crecimiento de la economía
española en la última década ha sido, tras Irlanda, el más elevado de la
UE (3,6% anual). Entre las cinco grandes naciones comunitarias, únicamente
sobresale el Reino Unido, con aumentos de la actividad en línea con España.
En términos por habitante – la variable que mejor refleja el impacto del
crecimiento sobre el bienestar de la población – , Irlanda encabeza la
clasificación, con un crecimiento anual del 5,9%; seguido de Grecia, con
el 3,4% y Filandia, con el 3,2%. Tras estos tres países se sitúa España,
con un aumento anual del 2,6%, muy por encima del 1,8% de media de la UE .
Otra de las claves del crecimiento económico es el mercado inmobiliario, el
cual goza de una buena salud. Prueba de ello, es que durante el primer
trimestre del año se vendieron en España 233.699 viviendas, lo que supone
un aumento del 18,9% respecto al mismo periodo de 2005, según los datos
publicados ayer por el Ministerio de Vivienda. Los extranjeros y no
residentes compraron un total de 31.342 viviendas, un 13,41% más.
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