La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha advertido que si Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, aprueba una deportación masiva de hondureños, la base militar con la que Estados Unidos cuenta en territorio de este país centroamericano no tendría razón de existir.

“Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo durante décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, dijo Castro en un mensaje en la cadena nacional de radio y televisión dirigido a sus compatriotas con ocasión de Año Nuevo.

Las divisas que envían los emigrantes suponen el 25% del PIB de Honduras, y el 90% proceden de EE.UU.
Estados Unidos mantiene una base en Palmerola, en el centro de Honduras, que construyó a inicios del decenio de 1980 y en la que permanecen unos 400 militares.

La base le sirvió en las décadas de los 80 y 90 a EE.UU. en sus operaciones contra el comunismo en Centroamérica, en los años finales de la guerra fría.

Trump prometió durante la campaña electoral una deportación masiva de inmigrantes ilegales que comenzaría el próximo 20 de enero, cuando comience a andar el nuevo gobierno estadounidense, como ya aseguró Tom Homan, considerado el zar de la frontera de la nueva administración.

Castro indicó el miércoles que espera que el nuevo gobierno de Trump “sea abierto al diálogo constructivo y amistoso, que no tome represalias innecesarias contra nuestros migrantes, que por norma hacen una gran aportación a la economía norteamericana”.

Según autoridades de Tegucigalpa, más de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, viven en Estados Unidos. De ellos, se calcula que unos 280.000 están en listas de deportaciones.

Las remesas familiares que envían los emigrantes hondureños representan alrededor del 25% del producto interior bruto (PIB) de Honduras. El 90% de ellas proceden de EE.UU. y se han constituido en uno de los principales sustentos de muchas familias hondureñas.

Castro anunció además que como presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), junto a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, convocarán este enero una reunión de cancilleres con el fin de abordar el tema de la migración.

La reunión, de la que no precisó si será con todos los cancilleres de los países de la Celac, también servirá para “apoyar a la hermana República de Haití y manifestar nuestra solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Cuba”, subrayó la presidenta hondureña.

El acceso de Trump a la Casa Blanca ha reabierto dossiers conflictivos con países de Centroamérica. El que ha causado más revuelo ha sido la reclamación del canal de Panamá como territorio estadounidense. Justamente esta semana se han celebrado los 25 años del regreso de esta infraestructura a soberanía panameña.