Anas Modamani, el refugiado de la selfie con Merkel: “No quiero volver a vivir en Siria”
Nueve años después de la foto viral del joven sirio con la entonces canciller de Alemania, el protagonista tiene su vida, trabajo y novia en Berlín, y desea viajar a su país natal solo para visitar a su familia
La Vanguardia, , 19-12-2024Un dilema atenaza a los sirios en Alemania, el país europeo con mayor número de refugiados de esa procedencia: ¿regresar a Siria ahora que ha caído el dictador Bashar el Asad, o quedarse aquí, donde muchos se han labrado una nueva vida? Anas Modamani, de 27 años, que llegó a Berlín cuando tenía 18 en la oleada de refugiados del 2015 y protagonizó una selfie viral con la entonces canciller, Angela Merkel, exulta por el fin de la dictadura en su país, pero planea viajar allí solo de visita, para ver a su familia.
“Nunca creí que vería el final de El Asad, la noche que ocurrió no dormimos, pendientes de las noticias, ha sido una gran felicidad. Pero no quiero volver a Siria para instalarme, tengo mi vida aquí”, explicó Modamani en un encuentro el miércoles con corresponsales extranjeros en Berlín.
El joven había escapado de Siria para eludir el servicio militar bajo el régimen de El Asad, alentado a ello por sus padres, que le dieron dinero para el peligroso viaje y se quedaron en su ciudad, Daraya, a media hora de Damasco. Modamani se hizo la selfie con Angela Merkel en septiembre del 2015 ante el albergue de refugiados de Berlín en el que se alojaba. “Había policías por todas partes, pero yo no sabía quién era ella; simplemente me gustaba sacar fotos y nos hicimos la selfie, y al cabo de un rato me enteré de quién era, la llamaban mamá Merkel ”, recuerda.
Para Modamani empezó entonces un periplo de aprendizaje del idioma alemán (“me acogió en su casa una familia alemana durante un año, les estaré siempre agradecido”) y de estudios universitarios en Comunicación, que financió entre becas y trabajando en un restaurante de comida rápida dos días por semana. Ahora trabaja como cámara freelance para la Deutsche Welle, la radiotelevisión pública alemana para el exterior.
Feliz por la caída de El Asad, a Anas Modamani le duele que el Gobierno alemán haya congelado los trámites de asilo: “Me quedé en shock, se me fue la alegría”
“Vivo en Berlín en un piso con mi novia ucraniana, tengo trabajo; quiero contribuir a la reconstrucción de Siria, y viajaré dentro de dos meses a ver a mis padres. Pero he construido mi vida en Alemania en estos nueve años, mi vida está aquí”, relata Modamani, que ya tiene pasaporte alemán.
Su novia, originaria de Kyiv, llegó a Alemania meses antes de que Rusia invadiera Ucrania en febrero del 2022. “Nos conocimos en la universidad, y visité con ella Kyiv antes de la guerra; es ingeniera mecánica y trabaja en Berlín”, explica. Juntos forman una pareja simbólica: ucranianos y sirios son las dos comunidades de refugiados por guerra más numerosas. Según el Ministerio del Interior, viven en Alemania 974.100 sirios, de los que casi el 70% tienen algún permiso de residencia temporal. Los ucranianos, la mayoría mujeres y niños, son 1,2 millones.
Nueve años después de la selfie que se erigió en uno de los símbolos de la acogida alemana a refugiados que huían de conflictos en Siria, Irak y Afganistán (ese 2015 llegaron casi un millón de solicitantes de asilo), Modamani constata con tristeza los nuevos vientos que soplan en Alemania. Apenas 36 horas después de que los rebeldes tomaran Damasco el 8 de diciembre, el Gobierno alemán congeló los trámites de 47.000 solicitudes de asilo de sirios que estaban pendientes. Otros países europeos hicieron lo mismo.
Alemania es el país con mayor número de sirios de Europa (974.100) y, según una encuesta previa a la caída de El Asad, el 94% quiere quedarse para siempre
“Me quedé en shock, se me fue la alegría; han empezado demasiado pronto a discutir sobre deportaciones y suspensión de procedimientos de asilo –lamenta Modamani–. Tengo pasaporte alemán, pero me preocupan mis amigos que todavía no lo tienen, por cuestiones burocráticas o porque llegaron más tarde que yo”. A su juicio, tanta prisa por enviar a los sirios de vuelta “es por las elecciones” del 23 de febrero. Él tuvo una amarga experiencia con la extrema derecha: su foto fue manipulada y él etiquetado como terrorista, por lo que en el 2017 llevó a los tribunales a Facebook para que eliminara las imágenes trucadas, pero perdió la querella.
¿Cuántos sirios querrían volver a su país? Según una encuesta del Instituto de Investigación sobre el Mercado Laboral y la Ocupación el Empleo (IAB) –encuesta reciente, pero previa a la caída de El Asad–, el 94% de los nacidos en Siria que llegaron a Alemania entre el 2013 y el 2019 quieren quedarse de modo permanente. Esa voluntad podría cambiar, pero el IAB lo ve poco probable, debido a su ya larga estancia en Alemania y a que muchos rehecho sus vidas aquí. Unos 287.000 sirios tienen empleo, también según el IAB.
“Los sirios en Alemania deberían poder decidir sin presiones si se marchan o e quedan”, afirma. Por lo pronto, él planea reconstruir la casa de sus padres en Daraya. “La planta baja para ellos, que ya son mayores, y la planta superior para ir mi novia y yo de visita –explica–. Nuestro sueño es vivir en Berlín y pasar temporadas en Siria y en Kyiv. Esperamos que la guerra de los rusos contra Ucrania también termine pronto”.
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