España sólo ha repatriado este año a 1.700 inmigrantes desde Canarias

Naciones Unidas confirma que 150 irregulares han solicitado asilo

El País, 26-08-2006

España sólo ha devuelto a sus países de origen al 9,4% de los casi 19.000 inmigrantes subsaharianos que han alcanzado las costas de Canarias este año. En concreto han sido devueltos unos 1.700 africanos, en 30 vuelos, a Marruecos, Mauritania y Malí. Los gobernantes de estos dos últimos países han pedido al Gobierno español que no publicite cada vuelo de repatriación, reconoció ayer el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura.

El Gobierno de Senegal sigue negándose a recibir inmigrantes que reconocen haber nacido allí, aunque Segura mostró su confianza de que las gestiones diplomáticas recientemente contempladas en el Plan África “darán sus frutos a medio plazo”. El objetivo es posibilitar la repatriación de otros nacionales, fundamentalmente de Ghana, Guinea Conakry, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Nigeria y Camerún. “Muchas personas nos ponen en una situación muy difícil, pues no confiesan su país de origen y sus gobernantes no los reconocen como sus ciudadanos”, añadió.

El delegado del Gobierno en las islas informó de que el resto de los subsaharianos llegados a Canarias que no han podido ser repatriados a sus países de origen se ha derivado a distintas ciudades peninsulares, en un protocolo coordinado desde Madrid por la Comisaría General de Extranjería. Ésta informa a “un largo listado” de instituciones y organizaciones encargadas de su custodia y orientación.

Aunque reconoce que “pudo haber un error de comunicación” en el envío de un grupo a Barcelona, José Segura alabó un proceso de derivación de inmigrantes “que ha funcionado razonablemente bien desde el año 2002” e interpretó las quejas de la Generalitat esta semana en clave electoral, “ante la cercanía de las elecciones autonómicas”, más que por un interés humanitario.

1.513 traslados esta semana

Los últimos miles de inmigrantes llegados sólo este verano han ejercido una presión inusual sobre los campamentos de emergencia construidos por el Ejército de Tierra en Gran Canaria y Tenerife, de 1.500 y más de 2.000 plazas, respectivamente. Sólo en esta semana se han producido más de 17 vuelos, tanto de movimientos entre islas, como hacia los tres países africanos citados y distintas ciudades peninsulares. En esos vuelos han sido trasladados 1.513 inmigrantes, el equivalente a los que llegan a las islas en 14 cayucos.

Segura certificó que no le constaba “ni un solo incidente” en estos vuelos y confirmó que los subsaharianos viajan escoltados por agentes del Cuerpo Superior de Policía, con las manos atadas con cuerdas de plástico, de tal manera que puedan comer, y al tiempo dar cumplimiento “a las exigencias internacionales de seguridad en los vuelos”. Segura añadió que “de no haber sido por la valiente labor de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Salvamento Marítimo más de 10.000 de estas personas no habrían llegado con vida a nuestras costas y se hubieran ahogado en alta mar”.

Por otro lado, el nuevo representante del ACNUR en España, Agni Castro, decidió hacer su primera visita oficial a los centros de internamiento de inmigrantes y campamentos provisionales de Canarias. A su salida, Castro reconoció a este periódico que estos asentamientos “cumplen, y en muchos aspectos superan, los estándares fijados internacionalmente para este tipo de instalaciones transitorias” tanto por el propio ACNUR como por la Organización Mundial de la Salud. En especial, Agni Castro destacó aspectos como la alimentación, tratamiento de residuos y humos, higiene y suministro de agua depurada, aunque matizó que “todo es mejorable”.

Agni Castro confirmó que los inmigrantes “reciben un fajo de documentación”, aunque anunció que ACNUR solicitará al Gobierno español que también suministre información en inglés a los inmigrantes (sólo se hace en español y francés) y que se permita una asistencia “más regular” de esta organización a los centros.

El representante de ACNUR indicó que los subsaharianos se mostraron preocupados por su futuro, por lo que les iba a ocurrir cuando dejaran el campamento y su estatus en España. Según añadió, apenas 150 de los casi 19.000 llegados este año a las islas han presentado una solicitud de asilo. “Estas personas no pueden ser consideradas como refugiados en su totalidad”, matizó, “aunque habrá que analizarlos uno a uno por si hay algunos que entran en estos casos que deben protegerse internacionalmente”.

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