El alumnado del del instituto Caro Baroja que participa en STARTInnova acaba de recibir la visita de la alcaldesa de la Getxo, Amaia Agirre, muy interesada en conocer las propuestas con que los jóvenes mentorizados por el Ayuntamiento de la localidad participan en la duodécima edición de este concurso de ideas de negocio con el que EL CORREO quiere inculcar el espíritu emprendedor entre los alumnos de Bachillerato y FP.

Este año, el centro presenta seis proyectos desarrollados bajo la tutela de los profesores Natalia Iglesias y Markel Poblete que empezaron presentando Beñat, Yago, y Julen. Ellos trabajan en el plan de viabilidad de una empresa que actuaría como intermediaria para la inserción de inmigrantes en el mercado laboral. «Ayudaríamos a homologar títulos, impartir formación especializada y enseñarles cómo desenvolverse en el trabajo o en las entrevistas…», explicaron.

Tras ellos, Oier, Janire, Nicolás y Endika explicaron que trabajan en la creación de une empresa dedicada al desarrollo de una botella de agua realizada con materiales sostenibles y dotada de un software programado para recordarnos cuándo debemos beber para mantenernos hidratados. Su público objetivo estaría en centros de salud y residencias, aunque también podría comprarse a través de su web.

La tercera idea parte de Ibai, Ander y Eder, preocupados por cómo nos quedaría un cambio de imagen. Proponen utilizar la Inteligencia Artificial para ofrecer a las peluquerías una herramienta capaz de realizar simulaciones que nos permitan ver qué corte de pelo nos sienta mejor. Mientras, Jenny, Ingrid y Alba plantearon la creación de una ‘app’ que ofrecería información sobre fiestas y eventos en tu localidad, además de sortear entre sus suscriptores pases VIP. Después, Iker, Antoine y Alazne explicaron que ellos han optado por crear una ‘app’ que emplee la Inteligencia Artificial para generar tests, consultas y ejercicios que ayuden a los estudiantes a preparar una asignatura.
Por último, Alain, Pau y Fernando presentaron su propuesta de puesta en marcha de una plataforma sin ánimo de lucro dedicada a ofrecer ayuda frente a emergencias similares a la de la dana. «Se trataría de coordinar algunas de las necesidades de quienes habitan en pueblos que han sufrido catástrofes para lograr apoyo psicológico, impulsar el voluntariado y mejorar su coordinación de ayudas», explicaron.