Los vascos y vascas son ahora más longevos que nunca. Tras dos años de descensos en la esperanza de vida, el último informe de Eustat revela que la media de esperanza de vida tanto en hombres como en mujeres ha alcanzado las cotas más altas de su historia. No obstante, los índices de fecundidad siguen reduciéndose hasta los 1,15 nacimientos por mujer y se prevé que «cuatro de cada diez mujeres vascas no tendrán ningún descendiente».

Vivimos cada vez más. La esperanza de vida en Euskadi ha alcanzado máximos históricos. Los hombres viven de media 81,2 años, la cifra más alta de la historia, superando en siete décimas los 80,5 de 2022; y las mujeres 86,6, igualando el registro de 2019. Los datos, elaborados por Eustat, corresponden a 2023 y confirman una tendencia ascendente tras los descensos de los dos años anteriores. En conjunto, la esperanza de vida en Euskadi se sitúa en los 84 años, lo que la coloca en el podio mundial en esperanza de vida.

Con los últimos datos mundiales en la mano, Euskadi igualaría la esperanza de vida media de Japón (84 años) y solo se situaría por detrás de Liechtenstein (84,8) y Suiza (84,2) en el top mundial. En España, la media se sitúa en los 83,8 años, igual que en Italia, mientras que otros países del entorno como Francia (83,1), Portugal (82,4) o Alemania (81,2) quedan por detrás.

En comparación con la Unión Europea, Euskadi sigue teniendo una esperanza de vida mayor. En el caso de los hombres, la supera en 2,3 años; en el de las mujeres, en 2,4. En España, se encuentra entre las comunidades con mejores valores. Los 81,2 años de esperanza de vida de los hombres superan en una décima la media española, y los 86,6 de las mujeres suponen tres décimas más que los valores estatales.

Cuatro de cada diez mujeres no tendrán hijos y, de tenerlos, los tendrán más tarde, con una media de edad de 33,3 años
En los últimos casi 50 años, la esperanza de vida en Euskadi ha tenido un incremento considerable. En 1976, los hombres vivían una media de 69,6 años, 11,6 menos que en 2023. En el caso de las mujeres, la media se situaba en 76,9, aumentando hasta en 9,7 años en las últimas cinco décadas.

Por territorios, Gipuzkoa registra los peores datos en el caso de los hombres, con una esperanza de vida de 80,8 años, respecto a los 81,2 de Bizkaia y los 82,1 de Araba. Sin embargo, en mujers la cifra se sitúa en 86,8 años y sólo es superada por los 87,3 de Araba.

Menos hijos. En contraste con los índices de esperanza de vida, la fecundidad se halla en «límites excepcionalmente bajos», según Eustat. El promedio en 2023 se sitúa en 1,15 nacimientos por mujer, cinco décimas menos que en el año anterior. El dato está muy lejos de los 2,7 nacimientos de media habidos en 1976 y de los 2,1 necesarios para el reemplazo generacional.

Gipuzkoa registró en 2023 un saldo migratorio positivo con 5.972 más entradas que salidas en el territorio
En el último informe de Eustat se recoge que el índice más bajo lo tiene Bizkaia (1,10 nacimientos por mujer), por detrás de Araba y Gipuzkoa, con 1,21 y 1,20 respectivamente. El Instituto Vasco de Estadística también menciona que «es de prever que una mujer media tenga 0,59 primeros nacimientos, lo que supone que un 41% de las mujeres no tendría ningún descendiente». Es decir, cuatro de cada diez mujeres no tendrá hijos, y de tenerlos, los tendrá más tarde. Eustat eleva la edad media de la maternidad a los 33,3 años. A mediados de los setenta, esta media se encontraba en 28,4 años.

Más matrimonios. Según estima el índice sintético de nupcialidad de 2023, el porcentaje de primeros matrimonios que acabarían por celebrarse es del 48,5% en los hombres y del 51,4% en las mujeres. Tras la caída de este indicador en 2020 y 2021 por la incidencia del Covid, se han superado los valores de 2019. En 2023, la edad media para el primer matrimonio fue de 38,2 años para los hombres y de 35,5 en el caso de las mujeres.

Saldo migratorio positivo. Este índice muestra la diferencia entre el número de inmigraciones y el número de emigraciones. Si es positivo, indica que las entradas de población superan las salidas y si es negativo, lo contrario. En el caso de Gipuzkoa, el saldo migratorio es positivo. Según el INE, el territorio registró 5.972 más entradas que salidas en 2023. En comparación con 2022, el valor ha sufrido un descenso del 12%, con un total de 860 salidas menos. En cambio, el indicador se ha incrementado considerablemente respecto a 2021. Hace tres años, se alcanzó un saldo migratorio de 499 personas.