Entrevista con Pedro Méndez de Vigo, general de Brigada de Caballería en situación de reserva

«En inmigración hace falta acabar con las mafias que someten a las personas»

El experto en Relaciones Internacionales reflexiona sobre las tendencias en geopolítica y el orden mundial de las próximas décadas

Canarias 7, Sara Toj Las Palmas de Gran Canaria, 12-12-2024

Hace apenas un mes, la escala que el presidente de China, Xi Jinping, realizó en Gran Canaria, hacía que se blindara el Hotel Santa Catalina para que el máximo mandatario del país asiático se hospedara en él. Este es solo un ejemplo de la interconexión global que existe en la actualidad. Este miércoles, ese mismo espacio acogió la entrega de los ‘Premios bianuales CIT Gran Canaria: Iniciativas a la Excelencia 2024’, donde Pedro Méndez de Vigo y Montojo, general de Brigada de Caballería en situación de reserva, ofreció la conferencia ‘Un mundo nuevo: tendencias geopolíticas en el siglo XXI’.

–A nivel internacional, ¿se está haciendo lo suficiente, tanto por parte de la Unión Europea como por el resto de países africanos, para disminuir el número de víctimas que está dejando la ruta canaria?

–La crisis migratoria es uno de los grandes problemas de la actualidad que no hemos sabido resolver correctamente. La realidad es, si uno amplía horizontes y mira desde una perspectiva europea, que hay un cierto declive, sobre todo demográfico, en la UE, porque la gente ha envejecido y hay una situación muy desfavorable. En ese sentido, es necesario que haya migraciones. Ahora bien, interesa que los flujos sean controlados y que se acabe con las mafias, que someten a las personas que legítimamente buscan una esperanza, una vida mejor, huyendo de conflictos o de hambrunas. En definitiva, que no acaben pereciendo en el Mediterráneo. Naturalmente, esto lo sufren las islas Canarias, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero no es fácil encontrar una solución. En mi opinión, no es de un solo país. Estamos en el espacio Schengen y, por tanto, no afecta solo a España –aunque España esté en la vanguardia de las migraciones procedentes de África–, por lo que tiene que ser una solución conjunta. Además, las migraciones muchas veces crean una crisis de identidad en determinados países europeos, lo que seguramente fue una consecuencia del Brexit.

–¿Cuáles son las tendencias en geopolítica que van a persistir a lo largo de este siglo?

–Hoy en día hay muchas incertidumbres, porque suceden acontecimientos que nadie había pronosticado, que no se esperaban.

Si repasamos las últimas dos décadas, desde el 11 de septiembre hasta la Primavera Árabe, la pandemia de la covid, la crisis de las migraciones o la guerra en Ucrania… También, el auge espectacular de China y el repliegue de Estados Unidos, que está en una fase que ya dura casi dos décadas y responde más bien a un ciclo histórico. Por otra parte, Rusia ha tenido un cierto renacer de su sentimiento imperial en un momento en el que la invasión a Ucrania ha cambiado el panorama estratégico muy especialmente en Europa y, también, afecta a Canarias.

–¿En qué ejes fundamentales se tiene que sustentar Europa para cambiar su situación?

–Esa es la tarea que toca poner en marcha por el Consejo Europeo y por la Comisión. Pero hay que decir que Europa ha sustentado su crecimiento económico y su progreso social de las últimas décadas en tres paradigmas que han cambiado. En primer lugar, la seguridad dependía de Estados Unidos y este país ya no parece dispuesto a seguir actuando como su paraguas. En segundo lugar, Europa obtenía una energía barata y fácil de Rusia y, por último, tenía un comercio muy provechoso que se basaba en China. Habiéndose caído esos tres paradigmas, estamos en el momento de afrontar nuevos retos y, en ese sentido, la presidenta de la Comisión, Von der Leyen, ha tenido una iniciativa muy inteligente, que es encargar varios informes para hacer un diagnóstico de la UE.

–¿Qué papel tienen las nuevas potencias como India?

–India es el país más poblado del mundo y está tecnológicamente muy avanzado en determinados sectores. Es un poco la novia que todos quieren llevar a su alianza. Si en los tiempos de la Guerra Fría jugaba a ser uno de los países importantes del bloque de no alineados, ahora es un país multialineado. Sin duda, es un protagonista muy importante en el siglo XXI.

–¿Qué pasará con el desarrollo de los países de África y la introducción de China en estos territorios?

–Esa es una de las grandes incógnitas. África está experimentando un desarrollo demográfico exponencial y, en unos pocos años, veremos un continente con más de 2.000 millones de personas. Es el problema contrario al que tenemos en Europa, porque tampoco es bueno que la edad media de un país, como es el caso de Nigeria, sea de 20 años, ya que toda esa gente va a tener que acceder a un puesto de trabajo y no va a haber suficiente para ello, y eso va a provocar migraciones. A su vez, los países que han tenido influencia durante muchos años, ya sea las antiguas colonias, como Francia y Gran Bretaña, ven cómo están siendo desplazadas, mientras China avanza en los aspectos de infraestructuras, colonización o extracción de materias primas. Sin embargo, más inquietante todavía es la presencia de Rusia a través de lo que antes era el grupo Wagner, ahora llamado GroKo, sobre todo en el África subsahariana.

–¿Cómo afectan las políticas migratorias de la UE?

No vale que un país quiera buscar la solución mágica por su cuenta, porque en la Europa del siglo XXI eso no tiene sentido. Ahora bien, hay un fenómeno que llama la atención y es el hecho de la llegada de migrantes asiáticos en pateras o cayucos, cuyos destinos eran hasta ahora Australia o Nueva Zelanda y continuarán hacia Europa.

–¿Qué papel desempeña España en una Europa con Alemania y Francia en crisis políticas?

Son casos diferentes y yo creo que requieren soluciones distintas. Pero crisis ha habido siempre. Lo que es un poco novedoso es que esta vez el motor tradicional de la UE parece que se ha gripado. En lo que llevamos de siglo XXI, Europa ha tenido tres crisis muy importantes y una cuarta donde estamos ahora.

–¿Cómo afectará el desarrollo de la inteligencia artificial en estas cuestiones?

–Estamos en un momento de aceleración tecnológica como no ha habido antes en la historia de la humanidad, especialmente en el campo de la inteligencia artificial, de la computación cuántica o de la robótica. Todo ello, evidentemente va a revolucionar nuestros hábitos de vida –que ya lo está haciendo–, pero creo que en el futuro también va a revolucionar el ámbito de la seguridad y la defensa. Desde luego, tendrá un papel importante dentro de las capacidades militares. Es una cuestión que ya tenemos aquí y que lo estamos viendo de alguna manera.

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