Junta señala coste de 30 millones en atención a menores migrantes y afea a Estado no transfiera 1,6 millones por Ceuta
El Diario, , 11-12-2024La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos y portavoz del Gobierno andaluz, Carolina España, ha señalado este martes que el Gobierno andaluz destina 30 millones de euros a la atención de casi 600 menores migrantes que llegaron a la Comunidad supuestamente como adultos.
Ha recriminado también a la Administración del Estado que de momento haya incumplido con su anuncio de que haría una transferencia de 1,6 millones de euros a Andalucía para la atención de los 30 menores procedentes de Ceuta.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, España, a preguntas de los periodistas sobre la posición de Andalucía ante el abordaje de la migración en la Conferencia de Presidentes que se celebrará este viernes en Santander, ha advertido de estos aspectos del coste que implica para las arcas autonómicas para demandar entonces “una política migratoria que sea congruente y que dote económicamente a las comunidades autónomas”.
En su relato de la situación que afronta Andalucía ha indicado la consejera y portavoz que “todavía estamos con que el Gobierno sigue sin reconocer los 559 menores migrantes que han llegado como adultos”.
“Estamos hablando de 30 millones de euros al año que nos cuesta esta situación”, ha proseguido explicando que “entraron como si fueran adultos, pero son menores”, antes de recordar que “debería financiarlo el Gobierno de España”.
En el caso de los menores migrantes presentes en Ceuta que se acordó distribuir entre las comunidades autónomas para su atención ha precisado España que “han llegado ya los 30, pero, sin embargo, los 1,6 millones de euros correspondientes a esos menores, eso no ha llegado, por lo menos hasta el viernes”.
La consejera de Economía y portavoz ha sostenido que “nadie puede cuestionar la solidaridad del pueblo andaluz, de este gobierno” al argumentar que en el caso de la atención a los menores migrantes “estamos trabajando, arrimando el hombro sin información, sin coordinación, sin financiación”, antes de reclamar “una política congruente, equilibrada y que ponga encima de la mesa los recursos necesarios”.
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