Las autoridades mauritanas informaron ayer del hallazgo del cadáver de un nuevo inmigrante, una muerte que se suma a la de otros catorce cuyos cuerpos fueron rescatados el sábado en una playa al norte de la capital del país, Nuakchott. Los cuerpos de los inmigrantes, que al parecer fallecieron a causa de la deshidratación, fueron arrojados al mar por los restantes integrantes de los cayucos donde viajaban. Según la gendarmería, la expedición partió de Senegal hace unos diez días y no descartan que pueda haber más cadáveres.


Otros 179 compañeros lograron sobrevivir. El servicio de vigilancia marítima de Mauritania los rescató ayer cerca de la costa, a bordo de las dos maltrechas barcazas con las que pretendían llegar a Canarias.

Por otra parte, la Diputación Permanente del Congreso debatirá hoy las peticiones del PP y de ERC de que los ministros del Interior, Exteriores y Trabajo expliquen de manera urgente el envío de inmigrantes de Canarias a otras comunidades autónomas.