Turquía reabrirá un puesto fronterizo con Siria para que los refugiados de este país que están acogidos en su territorio – más de 3,5 millones– puedan regresar a casa tras el fin del régimen de Bashar Al Assad. El punto elegido se encuentra en la localidad de Yayladagi, en la provincia de Hatay, y se cerró en 2013.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue el encargado de realizar este lunes el anuncio, un día después de que numerosos refugiados sirios residentes en territorio otomano se acercaran a los puntos fronterizos ubicados en el sur del país para tratar de regresar a sus hogares al conocer el derrocamiento de Al Assad. «Para evitar atascos y facilitar la circulación, abriremos el puesto de Yayladagi», explicó el mandatario.

Erdogan aseguró que «los fuertes vientos de cambio que soplan en Siria serán beneficiosos para todos los sirios, sobre todo para los refugiados», y vaticinó que, a medida que el país recupere la estabilidad, «los retornos voluntarios también aumentarán». El presidente aprovechó para señalar que Turquía no pretende de extender su territorio a Siria. «No tiene en el punto de mira ni las tierras ni la soberanía de otro país. El único objetivo de nuestras operaciones transfronterizas es proteger nuestra patria y nuestros ciudadanos de ataques terroristas», matizó.