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MADRID. Las autoridades mauritanas hallaron ayer los cuerpos de al menos 15 inmigrantes en la playa de Nuakchot, capital de ese país africano, probablemente víctimas de su dura travesía en un cayuco en el que intentaban llegar a las costas canarias. Además, Mauritania rescató cerca de sus costas a otras 179 personas que habían partido desde el sur de Senegal a bordo de dos embarcaciones, también rumbo a las Islas Canarias. Ya en aguas españolas, la Guardia Civil interceptó cerca del puerto de Málaga una patera con 30 inmigrantes a bordo.

Según informaron fuentes de la Gendarmería mauritana, es muy posible que los 15 fallecidos, que murieron por hambre y deshidratación, viajaran en los dos cayucos interceptados y sus cadáveres fueran arrojados al mar por sus compañeros. De hecho, las autoridades no descartan que en las próximas horas puedan aparecer más cuerpos, ya que los supervivientes no son capaces de precisar cuántas fueron las personas que hace algo más de una semana partieron rumbo a las costas de Canarias.

Peligro de naufragio

Los dos cayucos habrían partido del sur de Senegal y en el momento en el que se produjo el rescate por las autoridades mauritanas, en ellos viajaban 179 personas. La actuación de salvamento resultó providencial, ya que una de las embarcaciones, en la que viajaban 92 subsaharianos, tenía abierta una vía de agua desde varios días atrás y estaba a punto de naufragar.

Mientras tanto, continúa la avalancha de embarcaciones que arriban a las costas españolas. Una patera con treinta inmigrantes a bordo fue interceptada ayer por agentes de la Guardia Civil en el Puerto de Málaga, según informaron fuentes del servicio de emergencias 112 de Andalucía. La embarcación fue avistada sobre las dos de la madrugada del domingo y aún se desconoce el origen de los «sin papeles» que viajaban en ella.

La inmigración centrará la reunión, hoy, de la Diputación Permanente del Congreso, que debatirá las peticiones de PP y ERC para que tres ministros y la secretaria de Estado de Inmigración expliquen las medidas adoptadas ante la oleada de indocumentados que este verano ha llegado a Canarias y su posterior reparto por centros de la península.
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